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La ex Urupanel se reconvierte y da impulso a la madera del norte
A poco más de seis meses de iniciada su operación, la maderera Frutifor inició el proceso de venta de la vieja fábrica de MDF de la ex Urupanel y continúa deshaciéndose de la maquinaria de la fábrica de contrachapado, informó a El Observador el CEO de la empresa Miguel Sarries. "Nosotros compramos los activos de Urupanel para instalar nuestro aserradero y entre esos activos figuraba la planta de MDF y la planta de contrachapado. Nuestro negocio es de producción de tablas aserradas sólidas, no es ni de MDF ni de tableros contrachapados, por lo que siempre tuvimos la idea de vender la línea de producción para que alguien la instalara en otro lado", explicó Sarries.
La venta se concretó hace un par de meses a una empresa italiana, dedicada a la compraventa de bienes usados, y la línea de producción será trasladada a Turquía o Irán.
El CEO de Frutifor dijo que la operativa "viene bien" y que ya han alcanzado un nivel de 10 mil metros cúbicos de tablas secas por mes. "Tuvimos una curva de aprendizaje y nuestro objetivo es llegar a los 14 mil mensuales".
Dos negocios distintos
El volumen procesado por Frutifor ya supera el que tenía su predecesora. "Urupanel ingresaba alrededor de 30 camiones diarios de trozas y nosotros estamos ingresando cerca de 50", aseguró Sarries, quien aclaró de todas formas que se tratan de "dos negocios totalmente distintos".
La diferencia no solamente está en el producto acabado, sino en el personal empleado a lo largo de la cadena de producción. Mientras que el cierre de Urupanel dejó a la deriva a más de 400 trabajadores, Frutifor emplea a 39 personas directamente y a otras 40 a través de empresas tercerizadas. A esa cifra se suma, según explicó Sarries, la gente involucrada en el transporte y la cosecha.
La peripecia del sector forestal comparte rasgos con otras industrias golpeadas por el automatismo y la mayor productividad a costa de una reducción de la plantilla.
Fernando Oyanarte, presidente del Sindicato de Obreros de la Industria Maderera (Soima), dijo que Frutifor es un "aserradero automatizado con tecnología de punta" y que "hay que ir acostumbrándose a emprendimientos como este", porque "evidentemente la producción en el mundo va por ese lado y acá no vamos a estar ajenos".
Oyanarte lo ilustra con el puesto de afilador, un empleo devorado por el avance tecnológico. "No tienen un afilador como teníamos nosotros. La propia máquina detecta cuando los cortes están irregulares, para, le surgen dos brazos y afilan una sierra", contó.
Ante esta realidad ya inevitable, el sindicato aspira a promover una industria de madera sólida más elaborada, y por lo tanto más demandante de mano de obra que otras industrias forestales, como la celulosa. "Pero el país va caminando hacia ese otro lado", lamentó Oyanarte.
"El sector forestal está golpeado porque nosotros no tenemos ninguna expectativa de desarrollo de la industria de la madera por el lado que el sindicato plantea, por el lado de la madera sólida, con grandes fábricas de tableros, y un complejo industrial mueblero más intensivo en materia de empleo".
El proceso productivo de la madera sólida lleva unos 25 años desde la plantación del pino o el eucaliptus, y se traduce en un mayor empleo por el cuidado minucioso que requieren los bosques. "Lo tenés que mimar al árbol", comenta el dirigente sindical, quien advierte que en el caso de la celulosa, en cambio, "vos plantas un árbol, venís a los ocho años y lo llevas a la planta sin ningún proceso de poda".
Dan la bienvenida a nueva planta de UPM
Tanto Sarries como Oyanarte ven con buenos ojos la posible llegada de una nueva planta de UPM, aunque con distintos matices. El CEO de Frutifor valora la inversión en infraestructura, que durará "mucho años" y ve factible aprovechar la nueva vía férrea que se construirá entre Montevideo y Paso de los Toros. Oyanarte, por su parte, señaló que preferiría que la planta se instalara en otras condiciones, pero que, al fin y al cabo, "es mejor que nada".
