La fotografía como un camino de esperanza

Los holandeses Janneke Smeulders y Peter den Hond luego de un viaje turístico a Perú se enamoraron del país y decidieron en 2006 radicarse en la ciudad de Huanchaco, donde instalaron un restaurante vegetariano. El negocio estaba cercano a una casa de acogida para niños y adolescentes que trabajaban en una usina de basura.

Un día se les ocurrió la idea de darles un curso de fotografía. Viendo el resultado decidieron imprimir las fotos del los niños junto a un pequeño retrato de cada autor y venderlas como postales en el restaurante.

Presentaron luego el proyecto a una fundación gracias a lo cual recibieron un premio de 12.000 euros que les permitió consolidar Fairmail, una organización, ahora radicada en Holanda y que comercializa fotografías convertidas en tarjetas postales de niños y adolescentes peruanos e indios, en 14 países. El 50% del dinero va para los autores. Seguramente ese resultado es el sueño de muchos profesionales de la fotografía.

La clave del éxito de la organización según sus fundadores son sus reglas estrictas. Actualmente Fairmail funciona con niños de Perú e India y los selecciona entre escuelas y organizaciones de asistencia. Los muchachos comienzan a participar en el circuito de distribución a los 14 años y terminan cuando cumplen los 19. Las fotos de todos modos permanecen en la organización y los muchachos continúan ganando con ellas en función de sus ventas. Las cuentas de los menores son administradas por Fairmail, para gastar su dinero deben justificar la compra y entregar las boletas correspondientes.

"Hay una gran diferencia de ingresos ente los adolescentes, dependiendo de su talento, motivación y esfuerzo" dice Den Hond . "Nosotros necesitamos mostrarle a estos niños que pueden tomar el control de sus vidas trabajando para ello". "Nuestros muchachos no necesitan lástima" dice el fundador, "ellos necesitan compradores que adquieran su producto porque se enamoren de sus fotos, y luego vengan por más porque también se enamoren de las historias que hay detrás de cada una de ellas".

Para promocionar a la organización recientemente estuvo recorriendo varios países de Europa un muchacho indio nacido en Varanasi, Dhiraj Kanaujiya. En una entrevista que Radio Nederlands le realizó, Dhiraj cuenta que tiene 20 años y trabaja con Fairmail desde 2009, actualmente en la oficina de la organización. Después del verano comenzará a estudiar Ciencias Políticas.

Con sus fotos ganó hasta ahora 2050 euros como consta en la página web de Fairmail y destina ese dinero a vivienda, estudios y servicios médicos. "Sin Fairmail hubiera sido todo muy difícil" dice, ya que gracias a la organización pudo terminar la secundaria entre otros logros.

La ONG ha creado un servicio de atención médica en cada país que atiende a los jóvenes y a sus familias. Además acompaña y guía a los muchachos para que tengan un sueño de vida y puedan concretarlo.

En los últimos cuatro años Fairmail vendió más de 1.000.000 de tarjetas generando ingresos por 225.000 euros.

Nada mal para un emprendimiento que nació hace pocos años con la iniciativa de estos holandeses y 12.000 euros.

La organización espera estar trabajando también en Marruecos a fines de 2012.

gracias a @zgabros