El cierre de la empresa
Fanapel en
Colonia y el envío de 250 trabajadores de Molino Dolores al seguro de paro generaron la reacción de la
Iglesia Católica de Uruguay. En un comunicado emitido por la diócesis de Mercedes, la capital de Soriano, la institución advirtió sobre una "crisis laboral".
"Vemos y contemplamos con preocupación y dolor la difícil situación que atraviesan muchos trabajadores y sus familias, provocada por el cierre de las fuentes de trabajo y la fragilidad y disminución de empleo estable y seguro", comienza el comunicado difundido por la Conferencia Episcopal del Uruguay.
En un pasaje siguiente los religiosos hablan del trabajo como un "derecho fundamental". "Dejémonos iluminar por el evangelio de Jesús para discernir esta desafiante crisis laboral. Sin pretender análisis ni interpretaciones de orden político o económico que corresponden a los idóneos y a los responsables en quien el pueblo ha depositado su confianza", dice el comunicado firmado por los sacerdotes de la diócesis de Mercedes junto con el obispo monseñor Carlos Collazzi.
La papelera Fanapel ubicada en Juan Lacaze anunció su cierre el 13 de febrero y dejó a 300 personas sin empleo. Además Molino Dolores está sin actividad desde el 31 de enero y tiene a sus 250 trabajadores en seguro de paro. El PIT-CNT asegura que la empresa retomará las actividades antes del 5 de marzo.
"Esto provoca inestabilidad, incertidumbre económica y social para aquellos que no tienen otro capital que no sea su trabajo o la pequeña empresa familiar en el sector agropecuario. El hombre y la mujer, cada familia y en ellos la vida social y económica de nuestros pueblos y ciudades se ve dañada gravemente añadiendo una nueva expresión de violencia a otras tantas ya establecidas", agregó el texto.