Empujados por su intransigencia, los sindicatos
docentes fastidiaron a los grupos más oficialistas del gobierno, convirtieron en desazón la alegría de los frenteamplistas que habían celebrado la caída del decreto de
esencialidad y, en definitiva, los unieron a casi todos.
Por estas horas, la dirigencia del Movimiento de Participación Popular (MPP), del Partido Comunista (PCU) y los "removedores" del Partido Socialista (PS) están desandando la distancia que los alejó del presidente Tabaré Vázquez y advierten que a los sindicatos que se les está yendo la mano con sus exigencias.
La noticia de que buena parte de los gremios docentes seguirían parando pese al levantamiento del decreto de esencialidad, cayó como una bomba sorda en la Mesa Política del lunes 31 en donde la ministra de
Educación, María Julia Muñoz, explicaba el avance en las negociaciones. "¿Y ahora?", preguntó Muñoz para todos y para nadie en particular, pero con un evidente tono irónico.
En el Frente Amplio empezaron a asumir de inmediato ese "ahora". "El acuerdo (firmado entre el gobierno y los sindicatos) incluía el levantamiento de la esencialidad, el retorno de las negociaciones y el fin de las medidas de fuerza de los sindicatos. Para que se cumpla el acuerdo, falta una pata", dijo el comunista Daniel Marsiglia, quien ofició de vocero de la reunión.
Entre los socialistas llamados "removedores" –corriente interna del PS opuesta a los más oficialistas "renovadores"– había cundido una euforia un tanto desaforada. "Festejen uruguayos festejen hoy levantamos la esencialidad y el 5/9 le decimos NO AL TISA", tuitió el diputado Roberto Chiazzaro, tomando bastante en broma la frase que popularizó Vázquez tras ganar su primera Presidencia.
El lunes por la noche en el Comité Ejecutivo socialista, el dirigente "renovador" Eduardo Fernández no ocultó nada la molestia con el sarcasmo de su compañero. "Lo que dijiste está fuera de lugar, no es de frenteamplistas decir eso", le espetó Fernández. Chiazzaro se defendió explicando que lo tuitiado no tuvo malas intenciones.
Consultado por El Observador, Fernández no quiso referirse al episodio pero comentó que esas afirmaciones "no le hacen nada bien al Frente Amplio".
Como sea, "renovadores" y "removedores" coinciden en que los gremios no cumplieron con lo acordado. También el lunes pero un poco más temprano en la reunión de senadores del Frente Amplio, el senador del MPP Ernesto Agazzi dijo que aquellos dirigentes gremiales que firmaron el acuerdo con el gobierno, y luego fueron desautorizados por sus dirigidos, deberían renunciar a su puesto. "O deberían ser removidos. Pero es claro que no son representativos", señaló Agazzi.
Por su lado, el diputado Sebastián Sabini (MPP) moderó sus arengas a favor de los sindicatos docentes. "El gobierno tuvo un gesto importante y merecía por los menos la misma moneda", declaró a La Diaria. El ministro de Economía, Danilo Astori, ya mandó el Presupuesto Nacional al Parlamento. Es decir, la fraternidad frenteamplista se enfrenta a un nuevo desafío.