Luego de varios meses de estudiar la posibilidad de retirar o no la mampara de los taxis, cuestionada por usuarios y agentes relacionados con la
seguridad vial, la comisión que investigaba el tema concluyó que si bien no existe consenso, se trabajará bajo la premisa de que debe permanecer en los taxímetros.
Tanto la
Intendencia de Montevideo como el sindicato del taxi (SUATT) y la Gremial Única del Taxi, plantean que la mampara debe continuar,
asegura el informe de trabajo. Sin embargo, al no haber consenso – Latin NCAP y la Asociación Nacional de Consumidores por la Seguridad Vial (ANCOSEV) plantean retirarla- se buscará "mitigar su efecto en la seguridad del pasajero".
Para ello, una de las acciones planteadas es la posibilidad de desarrollar un nuevo modelo de taxi que tenga una mampara anti balas, pero intentando "mitigar las consecuencias de un posible impacto del pasajero".
Se plantea entonces realizar un prototipo en el que se aumente la distancia entre pasajero y mampara; que incorpore otras formas de pago para eliminar el efectivo y "alta tecnología que permita monitorear la ubicación del vehículo desde el Centro de Comando Unificado del
Ministerio del Interior", dice el informe. Además, se recomienda incorporar cámaras y equipos que graben audio y botón de pánico entre otros.
La comisión, que se formó en el marco de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, recomienda además a la IMM que únicamente se homologuen vehículos para dar servicio de taxi a los que tengan cinturón de seguridad de tres puntas y apoya cabezas en los asientos traseros; que se controlen las dimensiones del habitáculo donde viajan los pasajeros y que se estudie la incorporación de sensores que adviertan al conductor cuando el pasajero no se ponga el cinturón de seguridad.