La noche del terror casera

La noche de Halloween tiene dos elementos esenciales: los disfraces y los dulces. Mientras que para los primeros siempre hay fórmulas y opciones, por lo general lo que tiene que ver con golosinas está más cerca de lo que se pueda comprar en una tienda. Pero, ¿qué tal si se aprovecha la fecha para cocinar algo casero? Esta es la propuesta de gente como Sofía Antoniol, quien a través de su marca Dulce Sofía se concentra en producir "pequeñas obras de arte" que le van perfecto a una cita como Halloween. Para Antoniol, no es difícil aplicar esta lógica en cada casa.

"A mi madre le gusta mucho cocinar y desde muy chica me fue enseñando. Yo empecé a cocinar con recetas de ella, que más adelante iba modificando", explicó. Tal lógica es aplicable a las preparaciones que se hacen para eventos como Halloween. Ante la consulta de El Observador a propósito de qué cosas pueden hacerse en casa con algunos ingredientes que se consiguen en el mercado, Antoniol presentó tres recetas que permiten variar la típica dieta de clásicos caramelos y dulces, al menos en algún momento del día festivo. En concreto, dos elementos son clave para dar color: el glasé real y el fondant.

Una buena opción para decorar una preparación básica como las galletitas es el glasé real, que además de tener buen sabor es muy fácil de preparar, ya que solo lleva una clara de huevo y 250gr de azúcar. "Se bate la clara de huevo hasta punto nieve, se le incorpora el azúcar impalpable en dos partes y está pronto. Cuando las galletas ya estén frías para decorar, se coloca el glasé real en una manga, y si está muy duro se le puede agregar un poco de agua para ablandarlo", explicó Antoniol.

Si se le quiere dar color se le puede agregar, con un escarbadientes y en pequeñas cantidades, un poco de colorante en pasta. Sofía recomienda evitar los colorantes líquidos, ya que pueden afectar la composición de lo que se está cocinando.

El colorante en pasta, uno de los elementos esenciales para una preparación halloweenesca, se vende en tarritos y se puede conseguir en cualquier local de repostería. En Zanetti cuesta entre $55 a $110, según la marca.

El fondant es una masa que viene en color blanco, muy similar a la plasticina pero comestible; es ideal para cubrir algunas preparaciones o para crear figuras corpóreas. Una ventaja es que es muy sencilla de manipular, ya que solamente hay que amasarla con las manos y darle la forma que se desea. También se pueden utilizar utensilios de cocina para lograr terminaciones más precisas.

Para darle color se sigue el mismo procedimiento que con el glasé real. La recomendación de Antoniol es "ir colocándolo en pequeñas cantidades, ya que es mejor agregar que pasarse". El fondant también se consigue en cualquier local de repostería; cuesta entre $ 190 y $ 237.

Una buena idea para reutilizar los materiales que no se usaron es hacer cakepops, una especie de chupetines de bizcochuelo. La masa del centro de los cupcakes que se quitó para rellenarlos, se tritura y se mezcla con dulce de leche hasta lograr una consistencia que permita hacer una bolita. Luego se pincha la bolita con un palito de brochette y se puede decorar con fondant, con chocolate derretido y en ocasiones con glasé real. En el caso de utilizar este último, Sofía recomienda esperar a que se seque bien para que no se caiga.

El fondant dura aproximadamente un mes si se lo conserva en un recipiente hermético bien cerrado. El aire hace que se seque y quede duro. Por lo tanto, si sobró un poco de la preparación, se puede guardar en un recipiente cerrado para reutilizarlo.

El glasé real es algo más perecedero. Se puede guardar en la heladera por un máximo de 3 días.