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La odisea de denunciar ruidos molestos en la IMM

Un vecino del centro de Montevideo hace un año que está tramitando para que las autoridades respondan ante las quejas
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11 de diciembre de 2015 a las 19:40

Nicolás Vaz vive con su mujer y su hijo de un año y 8 meses en un apartamento en el piso 6 del edificio Palacio Díaz (patrimonio histórico de Montevideo) en 18 de julio esquina Ejido. Su residencia está ubicada en el ala norte de la estructura. Desde un ventanal grande que tienen en uno de los dormitorios puede verse la fachada de otra emblemática estructura del centro capitalino: el Edificio California, ubicado en la calle Colonia entre Yaguarón y Ejido. Allí funcionan las oficinas de la multinacional Tata Consultores durante las 24 horas del día. La empresa trabaja para el exterior y por eso su trabajo no se limita a los horarios de oficina tradicionales en Uruguay.

En noviembre del año pasado el sistema de ventilación y aire acondicionado del Edificio California comenzó a fallar debido al deterioro natural de un mecanismo que hace muchos años se encuentra instalado. A propósito de esta falla, el motor comenzó a producir un ruido fuerte e ininterrumpido durante día y noche.

El ruido no solo comenzó a afectar a Vaz y su familia sino que también a todos los residentes de dos edificios más de la zona que comenzaron a manifestar sus quejas en las conversaciones de pasillo y ascensor. "Imagínate tener que hacer dormir a un bebé de 8 meses en verano, con todas las ventanas de la casa cerradas y ese ruido que -aún así- entraba y retumbaba por todos lados", relató Vaz. Y agregó: "Con el tiempo nos costaba cada vez más conciliar el sueño. Tenía que arropar al bebé con las orejas tapadas intentando de que por fin se durmiera".

Cuando la situación se tornó realmente insostenible, Vaz redactó un escrito en base a la Ley 17.852 de Contaminación Acústica, todos sus vecinos del ala norte de Palacio Díaz la firmaron y la administración del edificio la presentó a modo de denuncia en la intendencia. Esto fue, según cuenta el afectado, 10 meses atrás.

Hace seis meses, y luego de insistir lo suficiente, obtuvieron la primera respuesta por parte de la Intendencia de Montevideo que les aseguraban que el problema estaba siendo tratado y que pronto encontrarían hacer un arreglo concreto.

Pero las soluciones nunca aparecieron.

Los vecinos siguieron insistiendo hasta que un año después de haber comenzado los trámites y tener que convivir con los ruidos intensos, tanto en la noche como en el día, la IMM les confirmó que habían emitido un cedulón con el que obligaban a la administración del Edificio California a apagar los equipos durante la noche; una solución que si bien no resolvía el problema, de alguna manera era un paso más hacia la solución definitiva.

Claudia Sista, la administradora del California, dijo a El Observador que en base al escrito recibido por parte de la intendencia se procedió a regular el sistema de aire acondicionado para que efectivamente el mismo se apagase a la hora 22 y así cortar con los ruidos molestos. Pero por razones que hasta la misma Sista desconoce, el aparato nunca llegó a programarse bien y el intenso ruido no cesó.

Las denuncias persistieron hasta que el pasado 8 de diciembre Vaz y su esposa se presentaron en la dependencia de Instalaciones Mecánicas y Eléctricas en el piso 9 de la IMM, la cual se encarga de regular la contaminación sonora provocada por este tipo de maquinarias y consultaron con una ingeniera, quien recibió su solicitud y les aseguró que esa misma noche un equipo de su dependencia se presentaría para tomar muestras sonoras dentro del apartamento de Vaz.

Así lo hicieron y efectivamente el número de los decibeles (dB) que emitía el motor era altamente superior al permitido.

"Se entiende así contaminación acústica a la presencia de ruidos en el ambiente cualquiera sea la fuente de su origen cuyos niveles superen los limites que establezca la regulación. hasta la fecha. Estos limites son los 45 dB en el interior de la vivienda denunciante, entre las 7 y las 22 horas, y 39 dB entre las 22 y las 7 horas", dicta la normativa actual que se puede encontrar en el sitio de la municipalidad. Según Vaz, el aparato del Estado registró 56 dB.

Sista contó que en la mañana de este viernes, los técnicos de la dependencia intentaron precintar los equipos del California -para así clausurar su uso- pero los residentes les impidieron el paso. "Yo entiendo la situación de los vecinos, pero algo está fallando y no lo estamos pudiendo apagar", explicó.

Ahora, un año y treinta días después, los trámites continúan y ni Vaz, ni su familia ni muchos de sus vecinos pueden dormir tranquilos.

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