El brote de
ébola en el continente africano, que en su momento acaparó los titulares de la prensa por la posibilidad de una expansión en todo el mundo, ya no representa una
emergencia internacional, según afirmó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Margaret Chan, directora de la organización, declaró ayer en rueda de prensa que la enfermedad "ya no constituye una emergencia de salud pública de interés internacional", por lo que puso fin al estado de emergencia que imperaba desde el pasado agosto de 2014. Chan agregó que la posibilidad de que el virus tenga una expansión por varios continentes está ya lejana, sobre todo porque "los países tienen actualmente capacidad para reaccionar ante nuevas emergencias virales".
Pese a que esta epidemia se originó en 2013 en
África Occidental, el virus ha estado presente en el continente desde la segunda mitad del siglo 20, cuando fue descubierto en la actual República Democrática del Congo durante la década de 1970. El ébola se encuentra mayoritariamente en ciertas especies de murciélagos de los bosques de África y desde su primera identificación se han producido 18 brotes diferentes.
Sin embargo, este último fue el más mortífero registrado hasta la fecha, ya que se llevó la vida de más de 11 mil personas. Los países más afectados por el virus fueron Guinea, Liberia y Sierra Leona. Según la directora de la OMS, los tres países continúan siendo vulnerables a posibles rebrotes del virus, algo que quedó en evidencia luego de que el pasado martes 22 de marzo, en Guinea, cinco personas murieran a causa del contagio con el virus. En aquel momento, se identificaron más de 900 personas que podrían haber tenido contacto con los fallecidos, por lo que la Coordinación Nacional de la lucha contra el ébola continúa alerta.
Pese a que principalmente afectó a países africanos, el virus logró traspasar las fronteras sanitarias y algunos pocos casos se registraron en Europa y Estados Unidos. El primero de esos casos fuera de África fue el de una auxiliar de enfermería española, que se contagió de un religioso español que había contraído la enfermedad en Sierra Leona, mientras ejercía su rol de director de un hospital local. En Estados Unidos sucedió algo similar, cuando una enfermera que atendía a un paciente infectado en África también se contagió del virus.
En total, según la red de Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, hasta el momento el ébola afectó a más de 28 mil personas, entre casos sospechosos, probables y confirmados por los laboratorios.
De esta manera, prácticamente se pone fin a una enfermedad que en sus peores momentos amenazaba propagarse como un incendio sin control por varios continentes.