El Alto Comisionado de los
Derechos Humanos de la ONU mencionó su preocupación sobre las denuncias de "obstáculos" impuestos por el gobierno mexicano a los expertos que durante varios meses investigaron el caso de los 43 estudiantes
desaparecidos en la región de Iguala, en México.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) había denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) varios tipos de "obstrucción" por parte de las autoridades del lugar.
Entre ellas se encontraban la obtención de declaraciones mediante tortura, la destrucción o pérdida de evidencias, la incapacidad de analizar pruebas, la criminalización de las víctimas y la renuencia a investigar altos mandos .
El informe presentado cuestionó además la actuación de fuerzas federales en Iguala la noche que fueron vistos por última vez los estudiantes.
"Estamos preocupados por los muchos retos y obstáculos reportados por los expertos y que pudieran haber prevenido que ciertas líneas de investigación fueran exploradas, incluyendo el papel y responsabilidad de militares y otras autoridades oficiales en el caso", señaló Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado.
La misión del GIEI concluye el próximo 30 de abril, debido a la negativa del gobierno mexicano a autorizar la continuación de sus investigaciones, que hasta ahora no alcanzaron a determinar cuál fue el destino de los estudiantes de la escuela rural para maestros de
Ayotzinapa.
Según la fiscalía, los jóvenes estudiantes fueron atacados por policías municipales de Iguala y la vecina Cocula, quienes los habrían entregado al cartel Guerreros Unidos.
Según explica la versión oficial de la historia, al confundirlos con integrantes de un cartel enemigo, los narcotraficantes asesinaron a los estudiantes, incinerando sus cuerpos en un basurero aledaño, para luego arrojar sus restos a un río. El GIEI ha declarado que no hay pruebas científicas de que los estudiantes hayan sido incinerados en el basurero.
Líder narco capturado
Las autoridades mexicanas arrestaron a Nicolás Nájera Salgado, jefe del cartel Guerreros Unidos, presuntamente involucrado en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.