La peluquería de don Boero

Una clienta expuso la disyuntiva: o cayó el tapón mucoso o se rompieron las fuentes. Pero habría que definirlo pronto, porque del resultado de la pericia dependía la urgencia del operativo. "Hay que oler", sentenció. Una se ofreció encantada, aunque cuando tomó la ropa interior de la madre tan solo confirmó la humedad. Otra se alarmó de la tranquilidad de sus compañeras; la presencia del médico era impostergable. Minutos más tarde, el doctor revisaba a la madre en la camilla de depilación.

El médico asintió y, guiñada va, guiñada viene, le pidió a otra peluquera que le tiñera el bigote para matar la espera. Una compañera le recordaba a la parturienta que se le había cumplido el sueño de parir ahí mismo, en la peluquería, con las amigas de siempre.

Afortunadamente para el papá, era una falsa alarma: María Elena dará a luz al retoño en agosto. El bebé se llamará Nathaniel, que significa don de Dios, uno que casi aterriza en 26 de Marzo y Ellauri.