La rambla de Piriápolis en pugna

No obstante, vecinos y comerciantes consideran que las obras son una “demencia” que expulsará a los turistas. Ante este temor, le reclamaron al presidente José Mujica que mande a parar el agravio que significa a la memoria de Francisco Piria y el ultraje a la belleza del balneario.

Las obras implican la eliminación de 250 plazas de estacionamiento en una extensión de 750 metros de la rambla de Piriápolis por la ampliación de las veredas, aunque habrá lugares para descenso y ascenso de pasajeros. El centro concentra 8.000 personas en un día de verano. El alcalde Mario Invernizzi afirmó que solo 1.000 personas se verán afectadas. “¿Cómo llegan los otros 7.000? Caminando o en ómnibus. Y hay gente que parece que se le acaba el mundo”, ironizó.

A su juicio, 180 vehículos pueden estacionarse detrás del Argentino Hotel, a una cuadra de la costa, en un espacio que dijo que hoy está desaprovechado. “Solo se generaría problema para 70 autos que quieren estar en primera línea”, apuntó. El área total de acceso a la playa cubre 3.500 metros y, en total, el municipio “garantiza” 27 kilómetros de arena. “Lo que se va a eliminar es la congestión del tránsito en la zona céntrica”, señaló a El Observador.

El municipio está estudiando otras alternativas de estacionamiento. Por ejemplo, en doble vía, o a través de la habilitación del Predio Ferial para tales fines.

Duval Blanco, propietario de la tienda deportiva Detodopolis, ubicada en Rambla de los Argentinos entre Manuel Freire y Jacinto Trápani (a una cuadra de la Colonia de Vacaciones), dijo a El Observador que los vecinos y comerciantes que se oponen al proyecto le propusieron al alcalde que ofrezca beneficios tributarios para la construcción de cocheras, pero su idea fue desestimada. “Debe haber al menos ocho terrenos (disponibles) a 20 metros de la rambla”, comentó. Y añadió: “Acá veranean matrimonios de más de 50 años que paran su auto en el centro, bajan su silla y juegan a las bochas. Estamos corriendo a la gente que le dio a Piriápolis lo que es Piriápolis”.

La idea de construir parkings es compartida por el presidente de la Asociación de Promoción Turística de Piriápolis (Aprotur), Pablo Gasalla, que aunque está de acuerdo con la remodelación de la rambla, consideró que el municipio o la intendencia deben fomentar ese negocio o brindarlo, dado que hay “picos en el verano en los que es complicado encontrar estacionamiento incluso a tres o cuatro cuadras”. Un aspecto que le preocupa a José Arredondo, propietario de Arco Electrónica, en la calle Sanabria, es que se alejará a los clientes de los bancos y las oficinas públicas, lo que será más dificultoso en invierno por los vientos y las bajas temperaturas.

Con todo, los comerciantes tienen bajas expectativas para la próxima temporada. Tal es así que auguran que el turista se irá en su auto a playas más lejanas y, en consecuencia, se perderán puestos de trabajo. Pero Invernizzi retrucó: “El que compra no es el auto, es la gente”. Sobre la oposición de los vecinos afirmó: “Acá siempre tuvimos resistencia (a las peatonales) desde los orígenes gauchescos de Uruguay donde andar a pie era una vergüenza”.

La carta enviada por los comerciantes a José Mujica fue derivada al Ministerio de Turismo, con entre 600 y 700 firmas –según el último censo, de 2011, la población de Piriápolis es de 8.830 habitantes (sin contar Playa Verde, Playa Hermosa, Playa Grande, Punta Fría, Punta Colorada–. Los remitentes no obtuvieron respuesta. Tampoco hubo una comunicación entre Presidencia y el Municipio de Piriápolis. Invernizzi descartó que pueda haber una intervención oficial. “Estamos con la obra en pleno avance. Es una obra aprobada por la OPP y por el Tribunal de Cuentas y con plata del BID. No existe posibilidad de frenar. Hay mucho dinero público comprometido en esto”, dijo el alcalde. Y agregó: “Pueden llamar el presidente y decir que paren los trabajos; entonces tendremos un lío con el presidente porque no tiene injerencia” en una decisión de un gobierno local.

El proyecto de embellecimiento de la rambla implica una inversión de US$ 3 millones. Incluye la construcción de una nueva red subterránea para las redes de OSE y UTE y la instalación de bancos y líneas de canteros que tendrán césped y arbustos típicos de la zona. Unos muros separarán la zona peatonal de la nueva ciclovía.

Gasalla está tranquilo porque “se mantienen los íconos de la rambla” y, con ellos, “la identidad” del lugar, al tiempo que se la despertará de su letargo. “Piria −como hombre innovador− sería el primero en la fila para empezar la reforma”, recordó. Pero tanto Arredondo como Blanco creen que se perderá la fisonomía y la esencia del balneario aportada por su creador y rechazan la comparación con Niza, lujosa ciudad de la Riviera francesa, y con la brasileña Camboriú, ambas con una postal similar de frente marítimo.

El jerarca calificó a los vecinos de “gente que no se salió con la suya”, y que, si hubiesen querido interceder, deberían haber presentado un recurso de amparo o haber promovido un plebiscito y, como no lo hicieron, ahora es tarde.

Según Invernizzi, “el proyecto se definió a través de un proceso que arrancó con un concurso de ideas, y fue realizado por técnicos de la Intendencia. En el Concejo Municipal hubo modificaciones propuestas por la oposición, hubo varias instancias de negociación, y el proyecto nunca se llegó a votar porque había acuerdo en general en hacerlo, y se fueron incorporando las dudas y propuestas que fueron apareciendo”. La Junta Departamental aprobó la obra como parte del presupuesto departamental.