La última estrella del rock

Dave Grohl sufre cuando sale de gira. Su espalda le duele y los músculos del cuello también, por culpa de los gritos. Y cuando no sale de gira, el músico también sufre. Tiene problemas de sueño asociados con el consumo excesivo de café, una adicción que hace algunos años le generó dolores en el pecho que lo llevaron a pensar que se iba a morir arriba de un escenario instalado en el jardín de la Casa Blanca.

A sus 46 años, el líder de los Foo Fighters es una de las estrellas de rock más queridas por el público del género. De hecho, se puede decir que es "la última estrella de rock", una opinión que comparte Gene Simmons, bajista y fundador de Kiss. "Dave es probablemente la mayor estrella del rock de las últimas tres décadas. Llena estadios en todo el mundo porque entiende sus raíces y de lo que se trata todo esto", dijo Simmons.

Esta relación con las raíces del rock se refleja por ejemplo en la serie televisiva Sonic Highways, que realizó para la cadena HBO. En el programa, Grohl recorre las ciudades más importantes para la historia de la música estadounidense.

En una época en la que el rock puro y duro perdió terreno frente a otros géneros como el pop o el hip-hop, y en el que lo más popular no deja de ser "alternativo" o "indie", Foo Fighters se ha convertido en una referencia relativamente joven para el rock, cuyos grandes ídolos tienen en su mayoría más de 60 años.

Pero Grohl es una estrella diferente, que no se caracteriza por sus escándalos o excesos relacionados al abuso de sustancias asociado con el rock. Abandonó las únicas drogas que consumió a los 20 años (marihuana y ácido lisérgico) y su única adicción es el café, del que llegó a consumir cuatro cafeteras cada día.

En cierta forma, este ritmo frenético se debe a su vida de familia. Grohl tiene tres hijas a las que cada día les prepara la merienda y las lleva a clases, para lo que se levanta a las seis de la mañana. El problema es que se levanta a esa hora incluso cuando no tiene dicha responsabilidad.

El periódico The Washington Post menciona que Grohl es considerado por sus colegas como "el tipo más bueno del rock", y que tiene un estilo diferente a otras estrellas del género. Deja entrever poco de su vida privada y no tiene ese lado sufrido y trágico de otras figuras de la historia del rock como Jim Morrison o su viejo compañero de banda, Kurt Cobain.

Se puede decir que Grohl heredó el cetro como la estrella de rock más importante de su tiempo de Cobain, más allá de que la vida, carrera e impacto cultural de ambos hayan sido bastante diferentes.

Grohl integró Nirvana durante cuatro años. Ingresó pocos meses antes de que la banda se masificara y permaneció hasta el final, cuando el suicidio de Cobain puso punto final a la trayectoria de la banda pionera del grunge.

En esos años, Grohl se consideraba casi "anónimo" frente a la presencia de Cobain y del bajista Krist Novoselic. Era parte de una serie de bateristas que habían pasado por la banda, aunque gradualmente fue presentando sus propias composiciones.

Tras la muerte de Cobain, surgieron los Foo Fighters, con Grohl como guitarrista, cantante, compositor principal y líder.

Con este paso adelante fue que se erigió en una figura querida y apreciada por el público rockero.

Esta buena relación es fomentada por su actitud. Por ejemplo, la semana pasada circuló un video en el que vuelve a tocar a un concierto en Suecia tras caerse del escenario y quebrarse una pierna. Es decir, vuelve recién enyesado

"Al principio de cada día me despierto y no puedo esperar para tocar. No importa qué ni con quién", dijo Grohl en alguna oportunidad. Su cariño por la música y por el rock se notan y esa puede ser la razón por la que todos lo adoran.