La visita más incómoda de Almagro desde que llegó a OEA
Tensión por su actitud frente a crisis migratoria con Haití
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23 de agosto de 2015 a las 05:07
Si hay un país donde el secretario general de laOrganización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, seguramente no tenga admiradores es República Dominicana. Por eso, cuando sus obligaciones lo llevaron la semana pasada a esas tierras debió sentirse más incómodo que un hincha de fútbol con los colores de su equipo en mitad de la grada del rival. Sin embargo, ha aprovechado para rebajar la tensión.
Almagro participó en la Conferencia Mundial de la Asociación Mundial de Órganos Electorales Fue su primera visita a República Dominicana desde que, en mayo, asumiera el cargo a la cabeza de la OEA, tiempo suficiente para enojar, y mucho, al pueblo dominicano por su actitud frente a la crisis migratoria con Haití.
No ayudaron sus declaraciones en una entrevista con CNN en Español: "Es una isla. Generalmente cuando es una isla no hay dos países, hay un solo país aunque sea una isla grande como Australia. Esta es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales muy diferentes, con realidades económicas muy diferentes, con realidades políticas muy diferentes".
Diversos sectores de la sociedad dominicana vieron en esto graves prejuicios y manifestaron su falta de confianza en la imparcialidad del uruguayo que envió una misión a ambos países el pasado julio con el fin de comprobar que se respetan los derechos humanos de los inmigrantes, después de acusaciones de autoridades haitianas contra sus vecinos.
Tampoco gustó en República Dominicana que la OEA se ofreciera a facilitar un diálogo con Haití por la crisis migratoria y que recomendara un encuentro bilateral para resolver la situación porque, ya que según el gobierno dominicano, "no existe un conflicto que amerite tal cosa".
Los dominicanos han defendido a capa y espada su buen hacer en cuanto a regularización de extranjeros y repatriación de inmigrantes ilegales, y hasta consideraron la situación como una injerencia en su soberanía.
Sí logró arrancar palmas cuando mostró su rechazo por la autorización de la OEA a la intervención militar de Estados Unidos en el país en 1965. Sin embargo, este hecho histórico nada tiene nada que ver con el malestar actual de los dominicanos por la postura ante la cuestión migratoria que, incluso, llevó al diputado Vincio Castillo Semán a pedir que Almagro sea declarado persona non grata.
El secretario general de la OEA debía encontrar la forma de congraciarse sin volver a la polémica migratoria y sin reconocer su error, y aprovechó el guante que le lanzó el presidente del Tribunal Constitucional dominicano, Milton Ray Guevara, que exigía una disculpa pública de la OEA por autorizar la invasión de 1965.
Según Guevara, esas palabras llegaban tarde, aunque dijo "más vale tarde que nunca", y opinó que la institución "está moribunda" y carece de credibilidad dentro del sistema interamericano.
Almagro participó en la Conferencia Mundial de la Asociación Mundial de Órganos Electorales Fue su primera visita a República Dominicana desde que, en mayo, asumiera el cargo a la cabeza de la OEA, tiempo suficiente para enojar, y mucho, al pueblo dominicano por su actitud frente a la crisis migratoria con Haití.
No ayudaron sus declaraciones en una entrevista con CNN en Español: "Es una isla. Generalmente cuando es una isla no hay dos países, hay un solo país aunque sea una isla grande como Australia. Esta es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales muy diferentes, con realidades económicas muy diferentes, con realidades políticas muy diferentes".
Diversos sectores de la sociedad dominicana vieron en esto graves prejuicios y manifestaron su falta de confianza en la imparcialidad del uruguayo que envió una misión a ambos países el pasado julio con el fin de comprobar que se respetan los derechos humanos de los inmigrantes, después de acusaciones de autoridades haitianas contra sus vecinos.
Tampoco gustó en República Dominicana que la OEA se ofreciera a facilitar un diálogo con Haití por la crisis migratoria y que recomendara un encuentro bilateral para resolver la situación porque, ya que según el gobierno dominicano, "no existe un conflicto que amerite tal cosa".
Los dominicanos han defendido a capa y espada su buen hacer en cuanto a regularización de extranjeros y repatriación de inmigrantes ilegales, y hasta consideraron la situación como una injerencia en su soberanía.
Disculpas 50 años después
La ocasión estaba clara para que Almagro se quitara esa piedra de su calzado, y la ha aprovechado. Cualquiera podía haber esperado algún abucheo cuando se dio paso a su intervención en el foro, pero no, incluso recibió un aplauso; algo tibio, eso sí.Sí logró arrancar palmas cuando mostró su rechazo por la autorización de la OEA a la intervención militar de Estados Unidos en el país en 1965. Sin embargo, este hecho histórico nada tiene nada que ver con el malestar actual de los dominicanos por la postura ante la cuestión migratoria que, incluso, llevó al diputado Vincio Castillo Semán a pedir que Almagro sea declarado persona non grata.
El secretario general de la OEA debía encontrar la forma de congraciarse sin volver a la polémica migratoria y sin reconocer su error, y aprovechó el guante que le lanzó el presidente del Tribunal Constitucional dominicano, Milton Ray Guevara, que exigía una disculpa pública de la OEA por autorizar la invasión de 1965.
Según Guevara, esas palabras llegaban tarde, aunque dijo "más vale tarde que nunca", y opinó que la institución "está moribunda" y carece de credibilidad dentro del sistema interamericano.
