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Las esquinas más peligrosas no son las más fiscalizadas
De las 10 esquinas de Montevideo donde ocurrieron más siniestros de tránsito durante 2014, solo una coincide con los 10 cruces en los que se aplicó la mayor cantidad de multas a conductores: General Flores y José Batlle y Ordóñez (ver mapa). Así surge al procesar y cruzar datos de la comuna capitalina y de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), que depende de Presidencia, a los que accedió El Observador.
En las nueve esquinas restantes figuran avenidas también muy transitadas como Millán y Luis Alberto de Herrera, o General Flores y Bulevar Artigas.
Los motivos que explican esa disparidad difieren. Para los inspectores se trata de la falta de personal para hacer un mejor control del tránsito en la ciudad; para la Unasev esa diferencia se explica por un problema generalizado en las intendencias a la hora de planificar.
Previo a la fiscalización, explicó a El Observador el director de Unasev Pablo Inthamoussu, es necesario tener una planificación de cómo se va a realizar el control del tránsito, de acuerdo con ciertos criterios, entre ellos los siniestros. Esto se debe a que, por más que la solución no sea siempre el control, la vigilancia es la forma más rápida de solucionar los conflictos y, además, la presencia de los inspectores "hace que la siniestralidad baje inmediatamente", explicó Inthamoussu.
Es entonces que el hecho de que las diez esquinas con más accidentes no se correspondan con las diez en las que hubo más fiscalización, "da la impresión de que la vigilancia del tránsito no tiene la planificación adecuada", señaló el director de Unasev.
Por su parte, para el presidente del comité de inspectores de tránsito, Daniel Siri, si bien se realiza planificación, el problema radica en que para poder controlar todos los puntos que serían necesarios, faltaría por lo menos duplicar la cantidad de efectivos. Actualmente hay unos 200 inspectores activos, que se distribuyen a su vez en dos zonas de Montevideo y en tres turnos. Para poder abarcar la totalidad del departamento, estiman que necesitan contar entonces con unos 500 funcionarios dedicados al control del tránsito, algo que ya plantearon al intendente electo Daniel Martínez.
El director interino de la Unidad Inspectiva de la Intendencia de Montevideo (IMM), Óscar Sánchez, aseguró a El Observador que la planificación se realiza de forma constante, y en ello son prioridad los accidentes. Por tanto, esa diferencia entre multas y siniestros, "puede ser una situación a analizar".
Criterios para controlar
Una de las prioridades para decidir a dónde deben concurrir los inspectores a controlar y fiscalizar el tránsito es la cantidad de vehículos que circulen por la zona, y si se trata de una calle que conecta varios puntos de la ciudad. Eso explicaría, según Sánchez por qué se da esa única coincidencia entre multas y siniestros. "(General Flores y José Batlle y Ordóñez) son vías que se utilizan para cruzar de sur a norte del departamento, por lo que hay mas tránsito pesado", dijo. Pero, la mayoría de las sanciones aplicadas allí fue por circular sin libreta de conducir.
Siri explicó por su parte que también se hace hincapié, por ejemplo, en las zonas de boliches, donde se realizan controles de consumo de alcohol y marihuana.
La presencia de inspectores en determinados puntos también puede deberse a denuncias de vecinos, por ejemplo de conductores a alta velocidad.
Más presencia y autoridad
Debido a la falta de criterios uniformes a la hora de planificar, Unasev generó el Portal Geográfico Ciudadano, donde se ingresan todos los datos de siniestros del país. Además, dijo Inthamoussu, se ha realizado una serie de recomendaciones a los directores de tránsito de las comunas de situaciones a tener en cuenta. Una de ellas es la necesidad de controlar más los fines de semana, ya que se considera un período de riesgo para la siniestralidad vial. En 2014, entre viernes y domingo se provocaron alrededor de 44% de los siniestros de toda la semana. Además, el director de Unasev explicó que esos controles no deberían dedicarse únicamente a la velocidad y el alcohol, sino en todos los factores de riesgo, que incluyen también por ejemplo el uso de celular.
Uno de los puntos débiles que se deben atacar para mejorar la siniestralidad, señaló Inthamoussu, es la imagen de los inspectores. "Para tener mejores resultados ha que dar vuelta la página de la visión de que el agente de tránsito es un funcionario que esta asociado a la recaudación", ya que una de las claves del éxito es tener una policía respetada.
