Nicolás Tabárez

Nicolás Tabárez

Periodista de cultura y espectáculos

Estilo de vida > ARQUITECTURA

Las huellas endebles de Le Corbusier

A 50 años de su muerte, un repaso al viaje que el célebre arquitecto hizo a Uruguay en 1929
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02 de septiembre de 2015 a las 05:00
Hace 50 años, Charles Édouard Jeanneret-Gris desobedeció las órdenes de su médico y se fue a nadar a las playas del sur de Francia, donde murió de un ataque al corazón. Conocido como Le Corbusier, este arquitecto suizo de nacimiento pero francés por elección mantiene hasta hoy una influencia importante en la arquitectura. Sus obras están repartidas en Rusia, Francia, Alemania, Brasil, India, Suiza y Argentina, donde está la casa Curutchet, que apareció en la película El hombre de al lado.

Le Corbusier no tiene obras a su nombre en Uruguay, pero sí tuvo una visita a Montevideo que llamó la atención en la época, pero no dejó una marca perdurable en la arquitectura local. El arquitecto William Rey explica que el europeo llegó a la capital uruguaya en 1929 con una fama importante como teórico y proyectista urbano, así como arquitecto en sí.

En realidad, su viaje tenía como destino Buenos Aires, pero la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República lo convocó y Le Corbusier presentó dos conferencias en Montevideo. También realizó un recorrido por las principales obras edilicias de la ciudad, que estaba en constante crecimiento e incorporando las tendencias modernas provenientes de Europa. Para Le Corbusier esto significó un impacto positivo, ya que la ciudad contrastaba con Buenos Aires, donde la arquitectura era mucho más conservadora. A su vez, quedó con una buena imagen de arquitectos como Mauricio Cravotto y Juan Antonio Scasso, quienes tenían una vocación moderna y la transmitían en la formación de estudiantes.

Más allá de esto, sus intenciones al viajar al sur también eran monetarias, ya que llegó con la intención de vender proyectos urbanísticos en la región, que en la época vivía una situación económica favorable.

Claro que no todo fue positivo, y el suizo realizó algunas críticas edilicias, como la conocida anécdota con uno de los símbolos de la ciudad, el Palacio Salvo. Según dijo, había que derribarlo usando los viejos cañones de la Fortaleza del Cerro, diálogo que está documentada en un video de la época. No obstante, Rey explica que esas críticas fueron superficiales (tanto porque se referían al exterior del edificio como por el hecho de que fueron comentarios a la pasada), y que eventualmente se "amigó" con el Salvo, al que dibujó en un croquis con su "propuesta" para Montevideo.

Esta propuesta involucraba a toda la península en la que se erige la ciudad y planteaba la creación de edificios "rascamares", como contrapartida a los rascacielos que crecían verticalmente como el Salvo. El plan de Le Corbusier, según Rey, proponía construcciones de mediana altura que decrecían a medida que también bajaba la elevación del terreno y viceversa.

Esto contradecía al Plan Regulador de 1930 que planteaba mover el centro de la ciudad hacia la zona de Tres Cruces para generar un acortamiento de las distancias y concentrar la ciudad, aumentando a la vez los espacios verdes. El plan del arquitecto europeo, por el contrario, involucraba densificar aún más el centro de la ciudad. De todas maneras, ni el Plan Regulador llegó a aplicarse ni Le Corbusier presentó un proyecto más elaborado que sus dibujos iniciales.

Poca repercusión


De todas formas, Rey aclara que el pasaje por Montevideo de Le Corbusier se conoce, por ejemplo, por la realización de artículos como el de la revista Cruz del Sur, que recogió sus observaciones, pero que dejó huellas endebles en la ciudad en sí. Si bien recibió amplia cobertura mediática y muchos jóvenes estudiantes fueron a sus conferencias, a nivel arquitectónico pasó desapercibido. Rey considera que impactó "la personalidad" del europeo, pero no dejó una huella perpetua en la ciudad, considerando que su verdadero período de popularidad fue en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Rey afirma que es entonces cuando surgió una mayor presencia de sus recursos arquitectónicos.

Le Corbusier tuvo seguidores y discípulos uruguayos, que incluso trabajaron con él en su taller, como Carlos Gómez Gavazzo, Carlos Clémot y Justino Serralta. Más allá de esto, Rey reconoce que no hay "hijos" del arquitecto europeo, puesto que no hay obras en Uruguay que adapten totalmente su estilo, aunque sí aspectos parciales, sobre todo a nivel lumínico y de texturas.

Sus polémicas políticas


El arquitecto, pintor, fotógrafo y urbanista es considerado como uno de los más destacados en su área en todo el mundo, pero no estuvo exento de polémicas. Su carácter difícil es uno de sus aspectos más criticados y quienes lo defenestran aseguran que era arrogante y explotaba a sus trabajadores. Pero sus mayores controversias vienen por el lado de la política.

Le Corbusier simpatizaba con las ideas fascistas y con el gobierno de Vichy (establecido por los nazis durante su ocupación de Francia en la Segunda Guerra Mundial), y realizó varios comentarios antisemitas que han afectado la imagen que se tiene del arquitecto.

Los cinco puntos clave de la arquitectura de Le Corbusier


1 - Planta baja para vehículos. Construía sobre pilotes, considerando que el piso al nivel de la calle era para los vehículos.

2 - Planta libre. La estructura del edificio es independiente de las divisiones internas.

3 - Fachadas libres. Se libera de su función estructural, permitiendo libertad e independencia.

4 - Ventanas alargadas. Más luz solar y muros más libres.

5 - Terrazas. Sus edificios cuentan con terrazas jardín.

Obras destacadas


Capilla Notre Dame du Haut, Ronchamp, Francia.
Capilla Ronchamp
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Con un techo inspirado por un caparazón de cangrejo que encontró en una playa, está construida sobre las ruinas del edificio original, construido en el siglo IV y destruido en la Segunda Guerra Mundial. Es considerado como el primer edificio posmoderno.

Ciudad de Chandigarh, India.
Chandigarh
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Fue la primera ciudad planificada por el país tras su independencia. Le Corbusier fue el encargado de esta tarea, a la vez que diseñó varios edificios públicos de la ciudad, como el Palacio de Justicia, el Museo de Arte, además de otras edificaciones destinadas al gobierno de la ciudad.

Casa Curutchet, La Plata, Argentina.
Casa Curutchet
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Se construyó como residencia privada en 1953 a pedido del propietario del terreno, el cirujano Pedro Curutchet, quien también estableció allí su consultorio. Es uno de los mejores ejemplos de los "cinco puntos" de Le Corbusier. Actualmente es la sede del Colegio de Arquitectos de Buenos Aires.

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