Café y Negocios realizó una encuesta a empresarios y ejecutivos de distintos rubros para conocer su opinión sobre las mujeres que se destacan como líderes en el ámbito empresarial.

Se les pidió que nombraran dos casos y explicaran las razones. Se obtuvieron 70 respuestas con las que se elaboró el siguiente ranking de diez líderes a nivel local y otro a nivel internacional.

A continuación la lista de las 10 ejecutivas y empresarias uruguayas y las 10 internacionales que fueron más votadas.


PERFILES DE MUJERES URUGUAYAS

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1

Verónica Raffo

2

Andrewina McCubbin

3

Laetitia d´Arenberg

4

Patricia Damiani

5

LAURA RAFFO

6

MARÍA NOEL ACHE

7

Teresa Cometto

8

Elvira Domínguez

9

Ana Inés Echavarren

10

Patricia Lussich

PERFILES INTERNACIONALES

1

Sheryl Sandberg

2

Marisa Meyer

3

Isela Costantini

4

Ana Paticia Botín

5

Indra Nooyi

6

Carolina Herrera

7

Linda Rottenberg

8

Andrea Grobocopatel

9

Adriana Cisneros

10

Blanca Treviño

Las líderes empresarias más destacadas por sus colegas

Según los datos relevados de una encuesta dirigida al empresariado local, ser mujer y tener éxito aún resulta una fórmula difícil de mantener

Una encuesta elaborada por Café & Negocios pidió a ejecutivos y empresarios uruguayos –del comercio, turismo, industria, servicios, tecnología, agro y construcción– que postularan a dos mujeres que consideraban líderes empresariales en Uruguay, y a una mujer a nivel internacional, además de explicar los motivos de su elección. En la segunda parte de la encuesta, los directivos de empresas debían responder si consideraban que existían diferencias entre el liderazgo que ejerce una mujer y el que ejerce un hombre, y en caso afirmativo, desarrollar las diferencias que percibían.

Setenta empresarios, entre hombres y mujeres, respondieron el cuestionario. A nivel local, Verónica Raffo, socia del estudio CPA Ferrere, fue quién recibió más votos, seguida por la gerenta general de Coca-Cola, Andrewina McCubbin. Completando el podio se ubicó la empresaria del agro Laetitia D'Arenberg.

A nivel internacional, fueron escogidas Sheryl Sandberg (directora operativa de Facebook), Marissa Mayer (directora ejecutiva de Yahoo) e Isela Costantini (presidenta de Aerolíneas Argentinas y exdirectora ejecutiva de General Motors de Argentina, Uruguay y Paraguay). Que algunos ejecutivos se excusaran de responder, en su mayoría argumentando que no conocían empresarias o ejecutivas que se destacaran en el país, pueden verse como una muestra de lo que deben enfrentar las mujeres que buscan hacerse camino en  la actividad profesional. Desde ser ignoradas o no tenidas en cuenta –lo que puede desencadenar en la pérdida de confianza–, hasta  el concepto, muy utilizado en los estudios de género, de techos de cristal: la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres, que muchas veces proviene del exterior y otras tantas, es autoimpuesto.

Los números no mienten

Según una investigación realizada por Endeavor Uruguay, las mujeres representan el 45% de la población económicamente activa, el 39% de los jefes de familia  y en general tienen mejor nivel de formación, particularmente a nivel terciario. Por otro lado, los hombres dueños y gerentes de empresas consolidados son 2,2 veces más que las mujeres.

Aunque aumentó la cantidad de empredendoras en los últimos ocho años, no ha sido suficiente para neutralizar la tendencia a la masculinización de la comunidad empresaria, y mucho menos a revertir el predominio de hombres en las empresas.

La directora de Xcala e investigadora en temas de género y emprendimiento, Isabelle Chaquiriand, dijo que las empresas lideradas por mujeres están principalmente orientadas al mercado interno, concentradas en sectores tradicionales y de poca innovación, especialmente en servicios. Por ejemplo, Recursos Humanos, Hotelería y Responsabilidad Social Empresarial. Dadas esas características, tienen dificultades de acceso a la financiación, lo que genera un círculo vicioso. "Un menor capital desemboca en un bajo desempeño en términos de activos, ingresos, rentabilidad y supervivencia", comentó.

Por su parte la consultora de RRHH, Beatriz Martínez, aseguró que en los últimos años las mujeres han preferido dedicarse al emprendedurismo y no a las gerencias de líneas. "Uruguay sigue siendo muy masculino. Si bien las mujeres han ingresado más al ámbito empresarial que en años anteriores, el movimiento es lento", afirmó Martínez.

Según un estudio realizado por la Organización de Mujeres Emprendedoras (OMEU), de cada 100 empleados en una empresa, 80 son hombres y 20 mujeres, y es una tendencia con perspectivas lentas de cambio.

El desarrollo profesional de las mujeres y el ascenso en las empresas, más allá de un derecho y valor personal, es beneficioso para las empresas que cuentan en sus directorios con igual presencia masculina que femenina. "Considero que todas las empresas deberían visualizar que es valioso contar con hombres y mujeres en ellas. Una compañía compuesta por ambos sexos es más fuerte; la mujer aporta su visión y se complementa con la del hombre, se enriquece y obtiene mejores resultados", dijo una de las socias de OMEU, la empresaria Elena Tejeira.

Ley de cuotas: ¿sí o no?

En Uruguay, se aplicó la ley de cuotas en la esfera política. De esa manera, fue obligatorio integrar a determinada cantidad de mujeres en las listas para las últimas elecciones nacionales y municipales, y en posiciones que no resultaran testimoniales.

Esta misma ley, que promueve la participación femenina en un ámbito predominantemente masculino, es replicada en algunos países europeos como Francia, Bélgica, Italia y Holanda, para el ámbito empresarial.

Es así que se obliga a las empresas privadas a incluir una cuota femenina en sus equipos. Este tema genera división de posiciones entre los que piensan que una ley de cuotas es necesaria para que las mujeres lleguen a las empresas, y quienes contraponen esta iniciativa con la meritocracia, al entender que se ocupa un cargo que correspondería al más apto.

El director de la consultora Franklin Covey, Guillermo Garrone, expresó su negativa ante una posible ley de cuotas que podría plantearse como alternativa en Uruguay. "La ley de cuotas se hace para generar justicia y en realidad muchas veces pasa lo contrario. Hay personas más capacitadas para un cargo y otras que no y ese debería ser el criterio", comentó Guillermo Garrone.

Por su parte, Elena Tejeira dijo que lo ideal sería que hubiera igualdad de condiciones en el proceso de selección para un cargo, pero que la decisión de contratar a un hombre o una mujer dependiera del talento del sujeto en cuestión.

Entre los defensores de una ley de cuotas, se encuentra la presidenta de OMEU, Verónica Raffo, que entiende necesaria esa salida para que las mujeres alcancen puestos de liderazgo que sin ese incentivo, no lograrían.

Más allá de la ley de cuotas, algunos especialistas en la temática de género advierten que el límite para ascender en las empresas, muchas veces es autoimpuesto por las mujeres.

Por ejemplo, Isabelle Chaquiriand dijo que, en ocasiones, el techo se lo ponen las propias mujeres por la autopercepción de menores capacidades, o la necesidad de más formación para dar el paso y arriesgarse, para lo que se necesita tener confianza en sí mismas.