Las otras túnicas blancas en vacaciones de julio

El colorido y aromatizado árbol con grandes frutos y tubos colgando es una tentación irresistible. ¿Será una frutilla? ¿O un racimo de uvas? Quizás, una manzana... El juego/experimento consiste en adivinar por el olfato qué fruto corresponde a qué olor. Las respuestas están ocultas tras una ventanita, escritas también en braille.

Este es apenas un ejemplo de la muestra inaugurada ayer en Ciencia Viva, cuyo principal objetivo es hacer accesible el conocimiento científico sin restricciones. Y eso implica incluir a las personas con discapacidades.

Bajo el concepto de Museo A.M.I.G.O. (acrónimo de Acceso Museístico Integrador Generador de Oportunidades), el espacio ubicado en el subsuelo del Planetario alberga una exposición que le permite a personas ciegas, con baja visión y sordas, movilizarse e interactuar con las experiencias.

“Ciencia Viva trabaja en la popularización de la ciencia y la tecnología, y estábamos dejando afuera a una parte de la población”, explicó Michel Hakas, integrante del museo.

En este sentido, las audioguías y videoguías permiten aprender sobre temas tan variados como la Luna y la biodiversidad de la fauna, sin la necesidad de orientadores ni intérpretes, agregó Hakas.

Por ejemplo, una experiencia sobre correlación orgánica, busca que la persona una piezas óseas con animales. Para ello, se puede identificar que la pinza es del cangrejo o la muela del caballo mirando los huesos y las fotos, leyendo en braille o escuchando el audio que se emite al apretar unos botones.

Para las personas ciegas y con baja visión en particular, se dispusieron cintas en el piso que, por el tacto del bastón, indican por dónde avanzar y en qué lugar frenarse.

A esta muestra se suman las exposiciones permanentes interactivas Una esquina de mi ciudad y Eficiencia Energética.

Ceibalitas del mañana

Aula del futuro es una muestra organizada en Espacio Ciencia del Latu, donde se muestran algunos de los proyectos que ya está planificando Plan Ceibal para continuar con la modernización digital de la educación.

A las ya clásicas exposiciones sobre la Antártida, el hormiguero, los sentidos y el sistema solar, entre otras, se suma a partir de mañana esta de tecnologías en el aula, contó Martha Cambre, jefe de Espacio Ciencia.

Una de las novedades que el Plan Ceibal está analizando y que será la vedette de la muestra es la pizarra eléctrica, la cual puede conectarse con las ceibalitas para intercambiar información. Para verla, los pequeños tendrán que entrar a una clase, pero pueden estar tranquilos: no habrá allí una maestra, sino un guía.

Desde Espacio Ciencia también planifican exponer proyectos de tecnología con censores y robótica en la clase, pero para después de terminadas las vacaciones. Según Cambre, el flujo de personas que visitan el lugar en ese período no permite mostrar las distintas aplicaciones de estos avances.

Para el 5 de julio, a su vez, Espacio Ciencia inaugurará una exposición sobre eficiencia energética en la vida cotidiana y generación de energía, el tema de moda del invierno.