Las PPP en pista de despegue

Quedan todavía en la alianza de izquierda, y en el afín PIT-CNT, bolsones de resistencia a la presencia privada en lo que el Estado no puede, y muchas veces no sabe, hacer solo. Esos sectores siguen erradamente mirando, pero sin ver, algunos tipos de inversiones dentro del país y acuerdos internacionales ineludibles, como el tratado internacional de servicios TISA, como formas de privatización a ser descartadas aunque supongan mantener al país en el atraso. Pero la administración Vázquez parece dispuesta a dejar atrás esa tradicional postura anacrónica de la izquierda y a incorporar al sector privado como fundamental socio activo del desarrollo estructural.

El Consorcio Unidad Punta de Rieles, que integran dos empresas privadas y el banco Santander, acaban de presentar las emisiones negociables por US$ 85 millones a través de la Bolsa Electrónica de Valores, para la construcción de la unidad penitenciaria UPPL Nº 1. Esta primera obra bajo la PPP está programada como cárcel modelo, que ayudará a descongestionar el hacinamiento de reclusos y ofrecerá mejores perspectivas de rehabilitación de los reclusos. El consorcio no solo construirá el penal, que entraría a funcionar en el primer semestre de 2017, sino que se convertirá en el primer organismo privado en administrar, mantener y proveer la alimentación y limpieza de un establecimiento penitenciario. La seguridad, salud y reeducación seguirán a cargo del Ministerio del Interior.

La concreción de este primer PPP coincidió con un llamado de Rossi a inversores privados, en un seminario organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina. Además de anunciar un pronto decreto agilitando la tramitación de las PPP, trancadas ahora por un exceso de condiciones y exigencias burocráticas, el ministro informó que se arbitrarán otras tres vías de inversión privada para obras de infraestructura, mediante concesiones de obra, fideicomisos con presencia privada y estatal, y acuerdos directos de privados con la Corporación Vial. Rossi destacó que el aporte privado es esencial para cubrir la tercera parte de los US$ 12 mil millones programados por el gobierno para obras públicas durante su período. Pese al decaído contexto económico actual, los capitales están siempre disponibles si se les ofrecen condiciones razonables de rentabilidad. Si el gobierno toma este camino, no solo se facilitará su plan de obras sino que se dejará sin argumentos a quienes siguen considerando ciegamente a los inversores privados como piratas empeñados en desvalijar al país y no como instrumentos idóneos de desarrollo.