Las varias caras de Punta del Este

¿Cuál es la verdadera cara de Punta del Este? Basta un mínimo de calle e imaginación para darse cuenta de que las modelos semidesnudas en la arena caliente son solo una parte de ese puzzle social y urbano cada verano y cada invierno más complejo llamado Maldonado-Punta del Este.

Hacia el análisis de algunas de esas otras piezas apunta el documental El placer, filmado en esas dos antiguas ciudades separadas que desde hace un par de décadas atrás se unieron de forma irreversible, y que esta noche inaugura el Festival Globale que se desarrollará hasta el próximo 20 de setiembre.

Carlos Méndez y Sebastián Contrera son los dos fernandinos responsables de El placer. Arrancaron a filmar en 2008 y grabaron durante cuatro años, de forma interrumpida, y luego estuvieron otro año editando el filme. Redujeron 50 horas de filmación en bruto a los 70 minutos que dura la película terminada.

“Queríamos hacer una película que hablara sobre Maldonado y no sobre Punta del Este. Pero no de la ‘otra cara’, porque esta es la verdadera cara de la ciudad, no la otra”, dice Méndez a El Observador, y explica que este conjunto urbano “enfrenta cada año procesos dicotómicos” entre la actividad en sus estaciones.

Pero además, El placer es un película generacional para una camada de personas de entre 30 y 40 años, que pretende poner el ángulo no en el turista que llega y se va, sino en el que llega a trabajar y se queda, formando parte de la ciudad.

“Fue una investigación inicial: queríamos mostrar a la gente que viene de afuera, que se radica y cómo queda, desde los sectores marginales a gente se invierte en Punta del Este”, agrega Méndez.

“Lo que surge de esto es la fragmentación. Y lo quisimos reafirmar en la forma de la película, porque el montaje también es fragmento y en cierta forma experimental”, dice Contrera.

El placer es una película sociológica, que indaga en temas como las acciones políticas del Estado sobre el balneario y la ciudad. No cuenta una historia, aunque aparecen varios personajes que comentan sus peripecias vitales en ese espacio, que es económico pero también es cultural.

“Era lo que buscábamos: un ensayo fílmico y sociológico a través del cine, buscar nuestro propio lenguaje. El análisis se hace desde un lugar ideológico, porque le dimos importancia a cómo afectan esas relaciones fragmentadas a la gente”, dice Méndez.

Aparte de lo visual, la película se destaca por su música, compuesta por el propio Méndez, más una canción compuesta especialmente para el filme por Sebastián Suñer llamada Clavel del aire, y con algunas canciones del rockero fernandino de los años de 1980 Jorge Tate y su grupo Tribulación, que tiene letras que hablan de Maldonado.

Para los foráneos El placer puede ser un título que haga un guiño con Punta del Este. Pero para los locatarios, el título es ambiguo, porque se refiere también a un asentamiento sobre el arroyo Maldonado.

“Hay una reinterprertación en el título, hay un juego que puede ir y venir entre los significados. Muchas personas buscan placer en Punta del Este, placeres que pueden ser infinitos, como la naturaleza, la seguridad, o el lugar increíble. Pero hay gente que va por otro lado”, resume Méndez.