Lazarus, ¿la despedida de David Bowie?

La noticia de su fallecimiento echó luz sobre la canción, cuyo verso inicial canta: "Mira hacia aquí, estoy en el cielo / Tengo cicatrices que no se pueden ver". El video muestra un Bowie postrado en una cama y con los ojos vendados, al mismo tiempo que aparece otra versión de sí mismo, que sale de un armario para luego escribir furtivamente en un cuaderno. Hacia el final, vuelve a ingresar hacia el mueble y hacia la oscuridad.

Tras el anuncio del fallecimiento del artista, el productor de Blackstar y colaborador de larga data,Tony Visconti, afirmó que este disco es un "regalo de despedida". "Siempre hizo lo que quería hacer. Él quiso que se hiciera de esta manera y de la mejor manera posible. Su muerte no fue diferente a su vida: una obra de arte".