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Lejos de la Casa Blanca, Obama disfruta del kitesurf
Durante su mandato, el Servicio Secreto le impidió practicar cualquier tipo de ejercicio que pusiera en riesgo su vida por lo que tuvo que abandonar los deportes acuáticos. Sin embargo, a menos de un mes de irse de la Casa Blanca, Barack Obama recibió una invitación del empresario millonario, Richard Branson, para volver al mar a disfrutar de uno de sus hobbies.
"Justo antes de convertirse en presidente, el jefe de su equipo de seguridad le dijo: 'Esta será la última vez que haces surf en ocho años', explicó Branson que le contó el expresidente al llegar a las Islas Vírgenes Británicas.
En Hawái, su estado natal, Obama acostumbraba a pasar en el agua y su estado físico lo delata. A pesar de que hacía ocho años que no practicaba ningún deporte acuático, el exmandatario le jugó una competencia a Branson y le ganó.
Apenas llegó a la isla, el empresario le enseñó ''kitesurf'', un deporte extremo de deslizamiento sobre el agua en el que el viento propulsa una cometa de tracción que está unida al cuerpo a través de un arnés para navegar sobre las olas.
Mientras Obama, distendido y sonriente, practicaba el estilo de surf, Branson intentó hacer ''foilboard', otra actividad de moda en la que se usa una tabla que permite elevarse en el agua y alcanzar gran velocidad.
"Decidimos retarnos. ¿Podría Barack aprender a hacer 'kitesurf' antes que yo "foilboard"? Acordamos tener un día de batalla final para ver quién podría aguantar en pie más tiempo", contó el multimillonario en Virgin.
El expresidente practicó el deporte en una playa de Necker durante dos días para aprender los conceptos básicos, acompañado de un equipo de seguridad. Luego, compitió con Branson durante varios días. En muchas oportunidades se cayeron pero siguieron intentándolo.
Al final, Obama logró desplazarse 100 metros frente a los 50 del empresario y ganó.
