Liam Neeson llega para secuestrar la taquilla

Búsqueda implacable (2008), la historia de un padre de familia, Bryan Mills (Liam Neeson), que literalmente caza a los secuestradores de su hija adolescente Kim (Maggie Grace), se convirtió en el manual favorito de los padres para mostrar a sus hijas cómo cuidarse al viajar solas. Allí se mostraba cómo una mafia de trata de blancas aprovecha la ingenuidad de un par de jóvenes para sacarles datos de su estadía y rutina, y luego raptarlas.

La segunda parte de esta película pierde ese toque didáctico que tanto gustó a los padres y parte de su atrapante argumento original, pero aún así es un éxito los cines del mundo. En el fin de semana de su estreno, encabezó los ingresos de taquilla en Estados Unidos y Canadá con US$ 50 millones, el doble de lo que recaudó la primera parte en el mismo período.

En Búsqueda implacable 2, dirigida por Olivier Megaton (El transportador 3) y guionada por Luc Besson (El quinto elemento, El perfecto asesino), el personaje de Neeson regresa como el retirado de la CIA que aprovecha sus habilidades asesinas y de espionaje contra la banda de delincuentes albaneses que busca vengarse de él y su familia por la matanza y humillación que años antes encabezó el jubilado en París.

Neeson “le da esperanzas a los hombres maduros”, dijo Paul Dergarabedian, analista de la firma especializada en seguimiento de taquilla Hollywood.com. “Ha hecho lo contrario a la mayoría de los actores: hacer filmes de acción de joven y trabajos más introspectivos al crecer. Él le dio la vuelta. Cuando tenga 80 años probablemente estará pateando más traseros”.