Aunque el ruido de la ingestión del pop suele predominar en las salas de cine, cada tanto una película logra conectar con la sensibilidad de sus espectadores y, por unos momentos, es el sollozo quien toma la habitación. Pese a que tal demostración en un espectáculo público puede resultar embarazosa para algunos, llorar mientras se ve un filme puede tener efectos positivos en el estado de ánimo de las personas.
Según recoge The Guardian, investigadores de la Universidad de Tilburg, en los Países Bajos, abocados a estudiar el efecto emocional de llanto, encontraron que los sujetos fueron más susceptibles a experimentar un impulso en su estado de ánimo luego de haber llorado durante una película. Al principio los participantes se sentían deprimidos, luego se recuperaron a un estado de equilibrio y consiguieron esa elevación emocional unos 90 minutos más tarde después de haber visto una película.
Publicado en la revista Motivation and Emotion, el estudio exploró la reacción de 60 personas después de ver dos películas. Una era la La vida es bella (1997), filme italiano de Roberto Begnini sobre un padre que, para proteger a su hijo del horror de un campo de concentración nazi, le hace creer que todo es un juego. La otra fue Siempre a su lado (2009), protagonizada por Richard Gere y basada en la historia real de un perro fiel a su dueño que iba todos los días a esperarlo a la estación, incluso después de su muerte.
Según el estudio, los 32 espectadores que no se mostraron conmovidos por ninguno de los dos títulos no lograron ningún impulso emocional en su humor. Sin embargo, las 28 personas que dejaron caer sus lágrimas durante las exhibiciones, sí vivieron el beneficio de esa experiencia.
"Después del deterioro inicial del estado de ánimo tras llorar, se necesita algún tiempo para que ese estado no solo se recupere, sino también para que sea levantado por encima de los niveles en los que había sido registrado antes del evento emocional", dijo el investigador líder del estudio, Asmir Gracanin.
Dado que había estudios anteriores que sugerían que el llanto podía ser beneficioso en términos de mejora del humor y otros que demostraban sus efectos negativos, el trabajo de la Universidad de Tilburg fue diseñado específicamente para lograr una explicación de esa paradoja mediante la evaluación del estado de ánimo después de llorar.
En sus conclusiones, el trabajo también agrega que el impulso emocional generado no estaba ligado directamente al número de veces que los participantes perdieron el control de sus emociones, y que se necesita más investigación para averiguar por qué los espectadores que lloran al ver una película reciben esa respuesta de forma tardía.Inicio de sesión
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