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Lo que faltaba: un acuerdo con Taiwán

El Mercosur le niega la posibilidad a Uruguay de avanzar bilateralmente con China pero al mismo tiempo, Paraguay cierra un acuerdo con Taiwán
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01 de septiembre de 2017 a las 05:00

Por Ignacio Bartesaghi*

Desde tiempo atrás, Uruguay debate sobre el papel que ha jugado el Mercosur en el desarrollo económico del país y particularmente sobre los impactos derivados de los escasos avances registrados en su agenda externa.

De hecho, debido a las características actuales de la pertenencia de Uruguay al Mercosur, el país se ve forzado a no contar con acuerdos comerciales con las principales economías a nivel mundial, caso de Estados Unidos, la Unión Europea, China, Japón o Corea del Sur. En contrapartida, nuestros principales competidores sí suscribieron acuerdos comerciales con dichos actores, lo que repercute en una mejora de las condiciones de acceso y por tanto de su competitividad.

Desde el año 2000 en adelante, los sucesivos gobiernos nacionales intentaron romper con la política comercial común del Mercosur, lo que fue logrado parcialmente en la presidencia de Jorge Batlle con la firma del TLC con México. Por otra parte, el presidente Vázquez lo intentó sin éxito en dos oportunidades, en su primer gobierno con Estados Unidos y más recientemente con China.

En los dos casos se aceptó como válida la negativa de Brasil y Argentina, que argumentan que una unión aduanera exige negociar los acuerdos con terceros de forma conjunta, lo que además es reforzado por la polémica decisión del Consejo del Mercado Común del Mercosur 32/00, que impide las negociaciones bilaterales. En el caso de una posible negociación con China, los socios también plantearon que el mejor escenario es una negociación conjunta con el gigante asiático.

Respecto a los posicionamientos de los socios del Mercosur en cuanto a los reiterados planteos de Uruguay para negociar acuerdos con terceros de forma bilateral, caben algunas precisiones. Ni llevando adelante un profundo ejercicio de imaginación, puede plantearse seriamente que el bloque opera como una unión aduanera y mucho menos exigir que a través de una decisión, se fuerce una política comercial común. Pero todavía más difícil es considerar como posible, que todo el Mercosur logrará una negociación conjunta con China.

De hecho, la realidad indica que en julio de 2017, Paraguay suscribió un Acuerdo de Cooperación nada menos que con Taiwán. Cabe recordar que Paraguay no tiene relaciones con la República Popular China como el resto de los miembros del Mercosur.

En el marco del acuerdo, la economía asiática le otorga al socio del Mercosur preferencias en 54 productos entre los cuales se destacan la carne, los lácteos, otros alimentos preparados (jugo de naranja, alimentos para animales y aceites esenciales), madera y calzado. Taiwán previó una liberalización total en un período de seis años y se acordó un régimen de origen como en otros tratados de libre comercio.

En contrapartida, Paraguay le otorgó preferencias a Taiwán en 19 productos (entre ellos, calzado, bicicletas, papel y cartón, plásticos y químicos) sin definir un nivel de acceso específico, ni establecer un cronograma de desgravación comercial. Los bienes incluidos en la lista por parte de Paraguay son altamente protegidos por el Mercosur, ya que el arancel externo común del bloque para dichos bienes asciende a niveles que van de 8% a 35% (el promedio arancelario del Mercosur para los 19 productos incorporados en el acuerdo alcanza el 18%).

Debido a que Paraguay integra el Mercosur, este país otorgó dichas preferencias en el marco del régimen excepcional previsto por el bloque, el que le brinda la posibilidad de incluir una lista de 649 líneas de la Nomenclatura Común del Mercosur en niveles distintos al arancel externo del proceso de integración, posibilidad que está vigente hasta el año 2023. Es evidente que el mencionado socio no puede hacer uso de un régimen excepcional para otorgar preferencias a un país de extrazona, lo que naturalmente contraviene el espíritu de ese instrumento.

Si bien se trata de un acuerdo poco profundo, que además hace mención expresa a que las preferencias de Paraguay son otorgadas en el marco de la lista de excepciones ya comentada, es evidente que no se debería haber negociado un acuerdo de estas características sin un planteo previo a los otros socios del Mercosur.

En definitiva, seguimos observando incongruencias en el Mercosur. Por un lado, a Uruguay se le niega la posibilidad de avanzar bilateralmente con China por contar con una política comercial común y se le presenta como opción viable el inicio de una negociación conjunta con ese país. Pero al mismo tiempo, Paraguay cierra un acuerdo con Taiwán.

* Director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay. Doctor en Relaciones Internacionales e Integrante del Sistema Nacional de Investigadores. Twitter: @i_bartesaghi.

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