El problema de la contaminación atmosférica es algo que afecta a todo el mundo. Existen ciudades en donde el efecto de la polución es evidente incluso a la vista. Gran parte de la contaminación de las urbes se debe el gran tráfico vehicular. Pero también existe contaminación en las áreas rurales debido a la agricultura y la ganadería intensivas. Increíblemente en estas zonas es donde se genera la mayor polución a nivel global.
Sin embargo, debido a que la gran concentración de población se encuentra en las ciudades, esta es la que afecta en mayor parte a la gente. Lo que no es tan claro es la dimensión de la problemática sobre la salud de las personas que pasan su vida expuestos a esta contaminación.
Según un artículo publicado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, se trata de uno de los factores más dañinos para el organismo humano. El ictus -un trastorno repentino en la circulación cerebral, que altera la función de una determinada región del cerebro- es la principal consecuencia de la contaminación, pero no es la única. Entre las más usuales se encuentran problemas respiratorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedades que afectan las capacidades cognitivas, especialmente en niños, e incluso tener efectos en la etapa reproductiva.
La lista de enfermedades vinculadas con la contaminación es muy larga y abarca casi todo el cuerpo. Desde las neuronas, el aparato respiratorio, el corazón, las arterias la placenta -hasta afectar al feto- y el aparato reproductivo.
Los gases como el nitrógeno no son los únicos contaminantes. Es más la parte particulada del aire, que incluye las partículas finas (PM2.5) y las ultrafinas, es la más tóxica En nuestras ciudades estas partículas provienen del tráfico en su mayoría, pero también de la generación de energía y de la industria.
El aspecto positivo de esto es que se puede prevenir esta contaminación y por lo tanto sus impactos en la salud. Actualmente hay una tendencia en las ciudades a dejar de lado los vehículos motorizados para trasladarse a los lugares en bicicletas. Si bien se puede pensar que se trata de una moda, el efecto que esto genera en la prevención de las enfermedades es doble: no solo disminuye la cantidad de vehículos circulando sino que también es una buena forma de que las personas se mantengan activas y eviten el sedentarismo.
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