Una vez finalizada la ceremonia anual de los premios Oscar que se ve por televisión, los ganadores, nominados, presentadores y otras celebridades siguen la fiesta en el Governors Ball, un evento que es parte del protocolo oficial de la gala, y en el que, por ejemplo, las estatuillas son grabadas con los nombres de los triunfadores de la noche.
El Governors Ball es popular también por la calidad y lujo de los platos que se sirven allí, y que desde hace 20 años cuentan con la supervisión del chef Wolfgang Puck. Este año, entre los alimentos ofrecidos a las estrellas de
Hollywood hay desde papas al horno rellenas con caviar hasta langosta.
Dentro del menú también hay filetes tártaros de atún, cangrejo y gazpacho hecho con almendras y uvas blancas como opción vegetariana.
Puck contará con 1300 ostras, 300 langostas, 10 kilos de caviar, 6500 panes con forma de premio Oscar, así como con 2400 botellas de champagne para acompañar los platos que servirá en la fiesta.
Dentro de los postres, destacan pequeñas estatuillas hechas de chocolate, aunque con una cobertura del clásico color dorado de los premios, y que este año es el eje tanto de la ceremonia como de esta
fiesta.
Con ese criterio también se servirán varios cócteles dentro de copas doradas con forma de huevo.