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Los niños muertos tenían entre 5 y 10 años
Todos los niños fallecidos en la masacre de este viernes en Newtown. Connecticut, tienen edades comprendidas entre 5 y 10 años, confirmó el presidente Brack Obama en conferencia. Entre los adultos muertos está la madre del sospechoso, el director del colegio y un psicólogo.
En una declaración en la Casa Blanca, Obama afirmó también que hoy su mujer y él harán lo mismo que los demás padres del país, "abrazar" a sus hijas. "Hemos sufrido demasiadas de estas tragedias en los últimos años", afirmó Obama y añadió: "Vamos a tener que unirnos y tomar medidas significativas para prevenir futuras tragedias como ésta".
Superado por la emoción, Obama tuvo que hacer varias pausas en su breve discurso en la sala de prensa de la Casa Blanca, donde subrayó que "nada puede llenar el vacío que deja la pérdida de un hijo o de un ser amado".
Obama destacó que los niños fallecidos, "con edades de entre cinco y diez años", tenían "toda la vida por delante".
Testimonios.
Stephen Delgiadice dijo que su hija, de 8 años, escuchó dos grandes explosiones. Los profesores le dijeron que se tirara junto a sus compañeros contra un rincón de la clase. "Es alarmante, especialmente en Newtown, Connecticut, que siempre pensamos que era el lugar más seguro en Estados Unidos", dijo.
La oficina del superintendente dijo que el distrito había cerrado las escuelas en Newtown, a unos 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Nueva York. Las escuelas en los pueblos vecinos también estaban cerradas como medida de precaución.
Un despachador del Cuerpo de Voluntarios de Ambulancias Newtown dijo que un profesor había recibido un disparo en el pie y llevado a Danbury Hospital. Andrea Rynn, una portavoz del hospital, dijo que tenía tres pacientes de la escuela, pero que no tenía información sobre el alcance o la naturaleza de sus lesiones.
Mergim Bajraliu, de 17 años, escuchó los disparos en su casa y corrió a ver hermana de 9 años. Dijo que su hermana, que estaba bien, oyó un alarido por el intercomunicador. Al llegar, el joven vio que los maestros estaban temblando y llorando al salir del edificio.
