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Los Supersónicos regresan en la pluma de un uruguayo
Pier Brito dibuja una aggiornada versión de los personajes de Hanna-Barbera
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19 de octubre de 2017 a las 05:00
Por Matías Castro, especial para El Observador
Cincuenta y cinco años después de que aparecieron por primera vez en televisión, Los Supersónicos resurgen en una nueva versión de historietas dibujada por el uruguayo Pier Brito (Montevideo, 1974).
Afincado en Ámsterdam (Países Bajos), Brito ha recorrido un largo camino como dibujante de cómics y storyboards entre Argentina, Europa y Estados Unidos que lo han llevado hasta donde llegó ahora.
"Fui y volví a las historietas varias veces", contó, "pero desde 2010 me he dedicado solamente a esto".
La primera vez que Los Supersónicos aparecieron en historietas fue en 1963, poco después del estreno de la serie de televisión. Su suerte en el medio impreso fue irregular y no siempre se correspondió con el éxito de los personajes en la pantalla chica. La nueva versión se publicará en revistas mensuales a partir del 1° de noviembre, con guiones de Jimmy Palmiotti, un veterano de la industria con el que Brito ya había trabajado.
"Esto lo hace la división de proyectos especiales de (la compañía) DC, que manejan estas cosas como los cómics de Los Autos Locos y otras series de Hanna Barbera", explicó Brito. "Su objetivo es cambiar mucho. Si bien los personajes son los mismos, la historia y el entorno han cambiado. A mí me dieron los rediseños de los personajes, que hizo Amanda Conner, la esposa de Jimmy. Me dijeron que los adaptara a mi estilo, porque la propuesta de Amanda era un poco más caricaturesca. Ella y Jimmy propusieron a DC cómo sería este relanzamiento y cómo sería estéticamente".
En esta versión el padre de familia (el señor Súper Sónico según la vieja traducción de la TV), es un tipo anticuado que vive en un mundo digitalizado. Su esposa (Ultra) es una científica que trabaja para la NASA, en lugar de ser un ama de casa como antes. Y Robotina no es exactamente la mucama, sino que es un robot que alberga la conciencia de la madre de Súper, aunque igualmente hace tareas hogareñas.
Por el momento, su compromiso es para dibujar una miniserie de seis números de los personajes, que es la medida estándar de la industria para probar nuevas colecciones. En caso de que funcione, estos nuevos Supersónicos continuarían mensualmente.
Brito se mudó con su familia a Buenos Aires a los siete años. "Mis primeros cómics los compré en Montevideo, los del Pato Donald, los de la editorial Bruguera y las revistas Pulgarcito y Mortadelo y Filemón", recordó. "Mi viejo no era profesional, pero siempre estaba dibujando. Incluso creó una tira que trató de vender a los diarios, pero no recuerdo si llegó a publicarla. Su palo era más el humor gráfico y también la pintura. Así que de chico mi primera vocación fue ser dibujante de historietas".
Ya de adolescente, estudió en Buenos Aires con el dibujante argentino Oswal y publicó fanzines con sus primeras historietas. En la década de 1990 empezó a trabajar para editoriales de Estados Unidos como entintador en series como Silver Surfer, Lobo y Alpha Flight. "Lo hice durante dos o tres años, pero no me gustaba demasiado. Después trabajé un par de años para la revista Kiss Comix, en España", dijo. Con ganas de empezar su propio proyecto, lanzó en Buenos Aires su propia historieta, Convergencia. "No estaba preparado en lo más mínimo para la difusión y la salida que tuvo".
Después de esa experiencia, se dedicó de lleno a hacer storyboards para publicidad y cine (por ejemplo, dibujó en Crónica de una fuga, de Adrián Caetano, 2006). "Me gustaba hacerlos, porque se aprende mucho. Aparte fue una época en la que no me encontraba bien con lo que hacía, con los cómics que publicaba en España. Y los storyboards están relacionados con la historieta porque implican narrativa", finalizó.
Desde 1999, cuando publicó en Argentina el cómic Convergencia, el género que más ha marcado el trabajo de Brito es la ciencia ficción. Su regreso al medio, después de muchos años de trabajo en publicidad y cine, fue con el álbum Contrareloj, una especie de homenaje a Volver al futuro escrita por el argentino Alejo Valdearena. Le siguió la historieta Logout, sobre el efecto de las nuevas tecnologías. En Estados Unidos hizo, también con guiones de Jimmy Palmiotti, la novela gráfica Denver, ambientada en uno de los últimos refugios de la humanidad tras una gran inundación.
Cincuenta y cinco años después de que aparecieron por primera vez en televisión, Los Supersónicos resurgen en una nueva versión de historietas dibujada por el uruguayo Pier Brito (Montevideo, 1974).
Afincado en Ámsterdam (Países Bajos), Brito ha recorrido un largo camino como dibujante de cómics y storyboards entre Argentina, Europa y Estados Unidos que lo han llevado hasta donde llegó ahora.
"Fui y volví a las historietas varias veces", contó, "pero desde 2010 me he dedicado solamente a esto".
La primera vez que Los Supersónicos aparecieron en historietas fue en 1963, poco después del estreno de la serie de televisión. Su suerte en el medio impreso fue irregular y no siempre se correspondió con el éxito de los personajes en la pantalla chica. La nueva versión se publicará en revistas mensuales a partir del 1° de noviembre, con guiones de Jimmy Palmiotti, un veterano de la industria con el que Brito ya había trabajado.
"Esto lo hace la división de proyectos especiales de (la compañía) DC, que manejan estas cosas como los cómics de Los Autos Locos y otras series de Hanna Barbera", explicó Brito. "Su objetivo es cambiar mucho. Si bien los personajes son los mismos, la historia y el entorno han cambiado. A mí me dieron los rediseños de los personajes, que hizo Amanda Conner, la esposa de Jimmy. Me dijeron que los adaptara a mi estilo, porque la propuesta de Amanda era un poco más caricaturesca. Ella y Jimmy propusieron a DC cómo sería este relanzamiento y cómo sería estéticamente".
En esta versión el padre de familia (el señor Súper Sónico según la vieja traducción de la TV), es un tipo anticuado que vive en un mundo digitalizado. Su esposa (Ultra) es una científica que trabaja para la NASA, en lugar de ser un ama de casa como antes. Y Robotina no es exactamente la mucama, sino que es un robot que alberga la conciencia de la madre de Súper, aunque igualmente hace tareas hogareñas.
Por el momento, su compromiso es para dibujar una miniserie de seis números de los personajes, que es la medida estándar de la industria para probar nuevas colecciones. En caso de que funcione, estos nuevos Supersónicos continuarían mensualmente.
Su historia
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Brito se mudó con su familia a Buenos Aires a los siete años. "Mis primeros cómics los compré en Montevideo, los del Pato Donald, los de la editorial Bruguera y las revistas Pulgarcito y Mortadelo y Filemón", recordó. "Mi viejo no era profesional, pero siempre estaba dibujando. Incluso creó una tira que trató de vender a los diarios, pero no recuerdo si llegó a publicarla. Su palo era más el humor gráfico y también la pintura. Así que de chico mi primera vocación fue ser dibujante de historietas".
Ya de adolescente, estudió en Buenos Aires con el dibujante argentino Oswal y publicó fanzines con sus primeras historietas. En la década de 1990 empezó a trabajar para editoriales de Estados Unidos como entintador en series como Silver Surfer, Lobo y Alpha Flight. "Lo hice durante dos o tres años, pero no me gustaba demasiado. Después trabajé un par de años para la revista Kiss Comix, en España", dijo. Con ganas de empezar su propio proyecto, lanzó en Buenos Aires su propia historieta, Convergencia. "No estaba preparado en lo más mínimo para la difusión y la salida que tuvo".
Después de esa experiencia, se dedicó de lleno a hacer storyboards para publicidad y cine (por ejemplo, dibujó en Crónica de una fuga, de Adrián Caetano, 2006). "Me gustaba hacerlos, porque se aprende mucho. Aparte fue una época en la que no me encontraba bien con lo que hacía, con los cómics que publicaba en España. Y los storyboards están relacionados con la historieta porque implican narrativa", finalizó.
Especialista en la ciencia ficción
Desde 1999, cuando publicó en Argentina el cómic Convergencia, el género que más ha marcado el trabajo de Brito es la ciencia ficción. Su regreso al medio, después de muchos años de trabajo en publicidad y cine, fue con el álbum Contrareloj, una especie de homenaje a Volver al futuro escrita por el argentino Alejo Valdearena. Le siguió la historieta Logout, sobre el efecto de las nuevas tecnologías. En Estados Unidos hizo, también con guiones de Jimmy Palmiotti, la novela gráfica Denver, ambientada en uno de los últimos refugios de la humanidad tras una gran inundación.
