Lunes negro pone en vilo el porvenir de los mercados

Un nuevo lunes negro recorrió los mercados del mundo, dejando a su paso fuertes pérdidas tanto en los mercados de acciones, materias primas, títulos de deuda y en las monedas de los países emergentes. Uruguay no fue la excepción y tanto el peso uruguayo como los bonos emitidos por el Estado siguieron la tendencia de los mercados globales, golpeados por el agravamiento de la situación de China y su impacto sobre las bolsas asiáticas.

La economía china enfrenta una marcada desaceleración, con varios sectores en problemas, en particular dentro de la industria. Los analistas globales ven con creciente preocupación la evolución de la segunda mayor economía del mundo y el posible efecto de contagio al resto del globo. De hecho, algunos expertos ponen en duda que la Reserva Federal de EEUU se aventure a subir las tasas de interés en setiembre, como hasta hace pocos días era el escenario más probable.

"El aumento de las preocupaciones sobre el crecimiento global sugiere que la última cosa en la mente de las autoridades de la Fed sería un alza de tasas", dijo Joe Manimbo, analista de mercado senior de Western Union Business Solutions en Washington.

Shanghai lideró el desplome general de las bolsas, con una caída del 8,5%, después de haber llegado a perder 9% durante la sesión. La semana pasada había cedido más de 11%. En Tokio, el índice Nikkei cerró la jornada con una pérdida de 4,6%, con lo que cayó a su nivel más bajo en seis meses, tras cinco sesiones consecutivas en rojo. El contagio llegó hasta la Bolsa de Taiwán, que cerró con una caída del 4,8% tras llegar a ceder 7,5%, y Hong Kong que perdió más de 5%.

En Europa, las caídas fueron también pronunciadas y a la par de los mercados chinos. Las pantallas de los operadores se pintaron de rojo en toda la región con caídas de alrededor de 5% en las bolsas de Fráncfort y París, mientras que el mercado de Atenas –que ya arrastra caídas por los problemas de deuda de Grecia– se derrumbó más de 10%. El índice FTSEurofirst 300 cerró con una pérdida de 5,4%.

En EEUU, el impacto fue amortiguado. Si bien a primera hora replicaban las caídas asiáticas, los pincipales indicadores cerraron con pérdidas más moderadas, aunque aun así importantes. El Dow Jones cerró con una caída de 3,6%, el S&P 500 bajó 3,9% y el Nasdaq cedió 3,8%.

En la región hubo una caída de 3% en el principal indicador bursátil de Brasil y de 6,3% en Argentina.

A los inversores les preocupa la coyuntura mundial en general, al inicio de una semana rica en publicaciones de indicadores en EEUU y Europa, y en particular China. Los indicadores decepcionantes se suceden y crece la desconfianza general: el índice PMI sobre la actividad industrial de referencia en la segunda economía mundial, publicado el viernes, señala una drástica contracción de la actividad manufacturera en agosto.

"Hoy tenemos todos los ingredientes para presenciar en los mercados la peor jornada en cinco años", comentó Evan Lucas, corredor de IG Markets. "La reacción de los mercados asiáticos refleja el sentimiento de los inversores y su convicción de que un desplome brutal (de la economía china) es inevitable", añadió.

La sorpresiva devaluación del yuan el 11 de agosto –percibida como un intento desesperado de las autoridades chinas para impulsar sus exportaciones y su actividad económica– no hizo más que aumentar la inquietud general, causando una oleada de impactos en los mercados.

Desde entonces, se han esfumado al menos el equivalente a US$ 5 billones en valor de las bolsas mundiales. Con un espíritu tranquilizador, China anunció el domingo –en una directiva recogida por los medios estatales– que el gigantesco fondo nacional de pensiones podrá invertir hasta 30% de sus activos netos en acciones. Con anterioridad, sólo podía invertir en bonos del Tesoro y depósitos bancarios.

La medida, que puede llevar a compras masivas de títulos, no parecía tranquilizar a los inversores chinos, en su inmensa mayoría particulares y pequeños portadores.

"Pasará mucho antes de que lleguen las intervenciones del fondo de pensiones, y las valorizaciones siguen siendo demasiado altas; ni siquiera el fondo hubiera podido hacer nada en este momento", comentó Qian Qimin, analista del corredor Shenwan Hongyuan.

De hecho, persisten los temores de una "burbuja". Antes de hundirse a mediados de junio, la Bolsa de Shanghai había ganado un 150% en el lapso de un año, impulsada por el endeudamiento y de manera totalmente desconectada de la economía real.

"El mercado todavía se va a hundir más. Sería lo lógico, ya que los mercados bursátiles de todo el mundo caen al mismo tiempo", agregaba Qian Qimin.

"La economía está muy mal, ciertos sectores están sobrevalorados y las presiones a la venta en todos los mercados mundiales contribuyen a bajarle la moral a las plazas chinas", resumía Wu Kan, gerente del fondo JK Life Insurance en Shanghai, citado por la agencia Bloomberg.

Uno de los principales impactos de la economía china sobre la economía uruguaya es la caída en el precio de los principales productos de exportación del país. El lunes negro afectó fuertemente la valuación de esos productos y de otros bienes primarios relevantes para Uruguay. Tal es el caso del petróleo, que sufrió una fuerte caída. El precio del barril de Brent –de referencia para ANCAP– se pagaba a US$ 43,8 en Londres, 3,7% por debajo del cierre de la semana pasada.

Los inversores temen que la demanda china de commodities sufra por la disminución de la actividad industrial del gigante asiático. "La caída en picada de las materias primas es el reflejo del pesimismo sobre China, cuyas bolsas están en desbandada", dijo a AFP Daniel Ang, analista de Phillip Futures en Singapur.

Luego de dos semanas de marcada estabilidad, el dólar en Uruguay subió ayer 0,33% en el promedio de las operaciones interbancarias, a $ 28,547. El billete verde llegó a transarse a un máximo de $ 28,57, para alcanzar en la última operación su mínimo valor diario, de $ 28,51.

Según dijo ayer el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, el país se encuentra en una "posición segura y estable" para "mitigar los impactos negativos que pueda tener esta modificación de los tipos de cambio". Dijo que Uruguay debe mantener un mix de "política monetaria contractiva y política cambiaria flexible".

En tanto, los bonos uruguayos bajaron 0,6% su precio, según el índice de la Bolsa de Valores.

(Con base en agencias)