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Macri recibió el espaldarazo que necesitaba en comicios legislativos
El peronismo pierde por primera vez en más de 15 años la mayoría absoluta en el Senado
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22 de octubre de 2017 a las 21:10
Mauricio Macri salió de votar y, entre algunas otras frases, dijo lo siguiente: “Se echó luz a informaciones que no eran acertadas”. Y así, sin más, dejó claro que la de Santiago Maldonado no era una desaparición forzada. Después de que la autopsia del cuerpo del joven tatuador de 28 años diera indicios de que había muerto ahogado, los integrantes del gobierno del presidente argentino respiraron aliviados. Las elecciones legislativas, por lo tanto, se llevaron a cabo sin ese clima enrarecido que dominó la campaña electoral. Y, al final del domingo, Cambiemos celebró el haberse convertido en la primera fuerza a nivel nacional y de doblegar en la provincia de Buenos Aires a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Pese a conseguir su banca en el Senado por Unidad Ciudadana y convertirse en la principal figura de la oposición, resultó perdedora en el mayor distrito electoral del país frente a su contrincante Esteban Bullrich de Cambiemos, que obtuvo dos bancas en el Senado con algo más del 41% de los votos frente a poco más de 37% del kirchnerismo.
Marcos Peña –jefe de Gabinete– había sido contundente en su mensaje: no se iba a celebrar por anticipado.
No obstante, a las 19.30 Elisa Carrió –primera candidata a diputada por Cambiemos– escribió “gracias” en mayúsculas en su cuenta de Twitter con la confianza de los datos que ya daban los sondeos a boca de urna. La lista Vamos Juntos obtuvo un resultado histórico en la capital con casi 51% de los votos. Muy por detrás, con 30%, apareció Daniel Filmus de Unidad Porteña. De esta manera la alianza oficialista conquistaba su bastión, la ciudad de Buenos Aires, y también la provincia. Al final de la jornada, Fernández de Kirchner les habló a los votantes de su agrupación y dijo: " Unidad Ciudadana será la base de la construcción de la alternativa a este gobierno".
Después de un día de votación de suma tranquilidad y cuando el sol ya se había ocultado en las provincias de Argentina, empezaron a aparecer las felicitaciones. Aún no se sabían los resultados oficiales, sin embargo, los distintos candidatos de la oposición expresaron sus congratulaciones al partido de gobierno y al presidente de la Nación. Juan Schiaretti, candidato a diputado de Córdoba, reconoció la derrota y llamó a Macri para felicitarlo; el gobernador de la provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey, hizo lo mismo después de enterarse de que tenía una diferencia de tres puntos con el candidato de Cambiemos; su par santafesino, el socialista Miguel Lifschitz, reconoció el “triunfo claro” del partido de gobierno.
A Santa Fe, Córdoba, Salta, ciudad y provincia de Buenos Aires se les sumó Mendoza. De esta manera Cambiemos logró lo que nadie desde 1985, consignó Clarín. Desde los años de Alfonsín no hubo una fuerza que tuviera la capacidad de ganar en las cinco provincias más grandes de Argentina. Con buena parte de los votos escrutados y con una tendencia difícil de revertir, las listas macristas vencían a las del opositor kirchnerismo en 15 de las 23 provincias que componen el territorio nacional.
Con el récord en Buenos Aires (los casi 51 puntos son una cifra inédita para estas elecciones de medio término); la capacidad de Cambiemos de dar vuelta resultados en zonas icónicas, como la Rioja, donde perdió Carlos Menem que había resultado victorioso en las PASO; y la primera vez desde 1997 que el Partido Justicialista (PJ) pierde esta elección, el mapa del Congreso se modifica mucho.
Según datos de La Nación, Cambiemos sumaba 21 diputados a los 40.
Mientras que el kirchnerismo y sus partidos aliados descendieron de 35 a 28. Por su parte, el justicialismo pasó de 16 legisladores a 23. La composición final de diputados se queda con 107 bancas para Cambiemos, 70 para el kirchnerismo y 40 para el PJ.
En el Senado el partido de gobierno logra 12 bancas, antes tenía 3; el kirchnerismo baja de 10 legisladores a 4 y el justicialismo renueva sus ocho escaños. De esta manera, por ejemplo, Cambiemos tiene un total de 24 senadores. Por su parte, el sector de Cristina Fernández tiene 12. El PJ tiene un total de 26 legisladores en la Cámara de Senadores.
La victoria del macrismo no solo fortaleció las políticas que impulsa el gobierno, sino que también significó la señal que esperaban los mercados y en particular los inversores, que temían que el fortalecimiento del kirchnerismo en las elecciones de medio término pusiera en debate las reformas económicas en marcha.
Pese a conseguir su banca en el Senado por Unidad Ciudadana y convertirse en la principal figura de la oposición, resultó perdedora en el mayor distrito electoral del país frente a su contrincante Esteban Bullrich de Cambiemos, que obtuvo dos bancas en el Senado con algo más del 41% de los votos frente a poco más de 37% del kirchnerismo.
Marcos Peña –jefe de Gabinete– había sido contundente en su mensaje: no se iba a celebrar por anticipado.
No obstante, a las 19.30 Elisa Carrió –primera candidata a diputada por Cambiemos– escribió “gracias” en mayúsculas en su cuenta de Twitter con la confianza de los datos que ya daban los sondeos a boca de urna. La lista Vamos Juntos obtuvo un resultado histórico en la capital con casi 51% de los votos. Muy por detrás, con 30%, apareció Daniel Filmus de Unidad Porteña. De esta manera la alianza oficialista conquistaba su bastión, la ciudad de Buenos Aires, y también la provincia. Al final de la jornada, Fernández de Kirchner les habló a los votantes de su agrupación y dijo: " Unidad Ciudadana será la base de la construcción de la alternativa a este gobierno".
Las cinco grandes
Después de un día de votación de suma tranquilidad y cuando el sol ya se había ocultado en las provincias de Argentina, empezaron a aparecer las felicitaciones. Aún no se sabían los resultados oficiales, sin embargo, los distintos candidatos de la oposición expresaron sus congratulaciones al partido de gobierno y al presidente de la Nación. Juan Schiaretti, candidato a diputado de Córdoba, reconoció la derrota y llamó a Macri para felicitarlo; el gobernador de la provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey, hizo lo mismo después de enterarse de que tenía una diferencia de tres puntos con el candidato de Cambiemos; su par santafesino, el socialista Miguel Lifschitz, reconoció el “triunfo claro” del partido de gobierno.
A Santa Fe, Córdoba, Salta, ciudad y provincia de Buenos Aires se les sumó Mendoza. De esta manera Cambiemos logró lo que nadie desde 1985, consignó Clarín. Desde los años de Alfonsín no hubo una fuerza que tuviera la capacidad de ganar en las cinco provincias más grandes de Argentina. Con buena parte de los votos escrutados y con una tendencia difícil de revertir, las listas macristas vencían a las del opositor kirchnerismo en 15 de las 23 provincias que componen el territorio nacional.
El mapa y el territorio
Con el récord en Buenos Aires (los casi 51 puntos son una cifra inédita para estas elecciones de medio término); la capacidad de Cambiemos de dar vuelta resultados en zonas icónicas, como la Rioja, donde perdió Carlos Menem que había resultado victorioso en las PASO; y la primera vez desde 1997 que el Partido Justicialista (PJ) pierde esta elección, el mapa del Congreso se modifica mucho.
Según datos de La Nación, Cambiemos sumaba 21 diputados a los 40.
Mientras que el kirchnerismo y sus partidos aliados descendieron de 35 a 28. Por su parte, el justicialismo pasó de 16 legisladores a 23. La composición final de diputados se queda con 107 bancas para Cambiemos, 70 para el kirchnerismo y 40 para el PJ.
En el Senado el partido de gobierno logra 12 bancas, antes tenía 3; el kirchnerismo baja de 10 legisladores a 4 y el justicialismo renueva sus ocho escaños. De esta manera, por ejemplo, Cambiemos tiene un total de 24 senadores. Por su parte, el sector de Cristina Fernández tiene 12. El PJ tiene un total de 26 legisladores en la Cámara de Senadores.
La victoria del macrismo no solo fortaleció las políticas que impulsa el gobierno, sino que también significó la señal que esperaban los mercados y en particular los inversores, que temían que el fortalecimiento del kirchnerismo en las elecciones de medio término pusiera en debate las reformas económicas en marcha.
