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Maduro apuntala la Asamblea Constituyente con pesos pesados
El presidente confirma cambios en su gabinete y postula a sus dirigentes más cercanos
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23 de junio de 2017 a las 05:00
Lejos de pensar en sucumbir a las cada vez más intensas presiones internacionales o a abandonar el poder, algo que reclama insistentemente la oposición, el presidente venezolano Nicolás Maduro parece redoblar la apuesta.
A pesar de que la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, que se instalará el 30 de julio, es rechazada por la opositora Mesa de la Unidad Democrátiva –lo que dio margen a nuevas protestas callejeras recientes solo por esa razón–, el presidente no dará marcha atrás en esa propuesta.
A tal punto eso es así que este jueves realizó relevos en su gobierno para designar a influyentes figuras del chavismo, y de su más entera confianza, para que puedan postularse como candidatos a la Asamblea, cuyo cometido será reformar la Constitución vigente, que en 1999 había aprobado el extinto presidente Hugo Chávez.
Maduro ya había anticipado a comienzos de este mes que algunos de los más conspicuos dirigentes del chavismo deberían formar parte de la Asamblea.
Así fue entonces que la canciller Delcy Rodríguez –que hasta ese día participó de la asamblea general de la OEA y evitó, con sus gestiones diplomáticas que el organismo emitiera una declaración de condena a su país– dejó el gobierno para que pueda competir como candidata.
Al dejar su función diplomática, Rodríguez justificó el cambio "por amor" a Venezuela.
Maduro había concluido este miércoles los cambios en el gabinete ministerial. También cambió al ministro de Trabajo y de la Presidencia de la República.
Al día siguiente, formalizó la candidatura de Rodríguez, además de la de su esposa, Cilia Flores, y el combativo exvicepresidente y expresidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Además de esos tres dirigentes, también se postularán a la Asamblea Constituyente la diputada y exministra de Defensa, Carmen Meléndez; el exvicepresidente Aristóbulo Istúriz; y el exministro y exgobernador, Adán Chávez, hermano del difunto expresidente.
Al promover sus candidaturas, Maduro pronosticó que todos harán "historia grande" en el país.
Mientras la oposición ratificó que no participará de la elección porque no confía en el sistema electoral vigente, para Maduro la apuesta es clara: en su opinión, la Constituyente garantizará la "estabilidad" política y económica.
"(La Constituyente) se diseñó como un traje a su medida", se lamentó Julio Borges, que preside el Parlamento de mayoría opositora, y uno de los más acérrimos enemigos del presidente.
A su vez, el politólogo Michael Penfold consideró que para el patido de gobierno, y sobre todo para Maduro, el nuevo organismo es la excusa perfecta para ampliar su poder y, además "un refugio" para resistir los embates y críticas hacia su gestión.
La Constituyente, que en los hechos encarnará un "suprapoder", estará integrada por 545 miembros, que de acuerdo a la oposición, serán electos merced a un sistema caracterizado por el fraude y que avalará el control del oficialismo. Pero la Asamblea también es rechazada por el Vaticano y la fiscal general, Luisa Ortega, una confesa chavista, a quien el gobierno tiene en la mira e intenta remover de su cargo a toda costa.
Ortega considera que esa herramienta promovida por Maduro constituye una marcha atrás para la democracia y la vigencia de los derechos humanos.
La fiscal, a la que chavismo ve como una "traidora", fue apoyada este jueves en una marcha opositora.
Es la esposa del presidente Nicolás Maduro, quien la llama la "primera combatiente". Política y abogada, diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela por el Estado de Cojedes, fue Procuradora general y presidió el Parlamento.
Con formación militar, es el temido número dos del chavismo. Influyente dirigente chavista. Fue diputado, gobernador del estado de Miranda, ministro, vicepresidente y además presidió el Parlamento.
Abogada de 48 años, fue la canciller beligerante de Maduro desde 2014. Chavista a ultranza, es una combativa defensora del gobierno, que no dudó en enfrentar duramente a la OEA, Estados Unidos y la comunidad internacional.
"La trágica situación en Venezuela llama a la acción" internacional, señaló Haley en un comunicado un día después del fracaso de la propuesta estadounidense en la reunión de los 34 estados integrantes de la OEA en México.
"Los venezolanos están muriendo de hambre mientras su gobierno pisotea la democracia", agregó la diplomática. "La comunidad internacional debe actuar aun si el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos están impedidos de hacerlo".
Durante la reunión de tres días de la OEA, la propuesta de mediación regional apoyada por Estados Unidos no pudo superar la oposición de aliados regionales del presidente Nicolás Maduro y de naciones del Caribe que todavía se benefician al comprar petróleo venezolano a bajo precio.
Haley no proporcionó detalles sobre las acciones futuras que proyecta implementar su país, pero en mayo Estados Unidos había pedido una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela, la primera vez que el órgano superior de ese organismo abordó la crisis. Venezuela registra desde abril una ola de protestas callejeras opositoras, que este jueves sumó su víctima 75 con la muerte de un joven de 22 años.
A pesar de que la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, que se instalará el 30 de julio, es rechazada por la opositora Mesa de la Unidad Democrátiva –lo que dio margen a nuevas protestas callejeras recientes solo por esa razón–, el presidente no dará marcha atrás en esa propuesta.
A tal punto eso es así que este jueves realizó relevos en su gobierno para designar a influyentes figuras del chavismo, y de su más entera confianza, para que puedan postularse como candidatos a la Asamblea, cuyo cometido será reformar la Constitución vigente, que en 1999 había aprobado el extinto presidente Hugo Chávez.
Maduro ya había anticipado a comienzos de este mes que algunos de los más conspicuos dirigentes del chavismo deberían formar parte de la Asamblea.
La primera línea
Pero este miércoles dio un paso más en esa dirección al promover cambios en su gabinete.Así fue entonces que la canciller Delcy Rodríguez –que hasta ese día participó de la asamblea general de la OEA y evitó, con sus gestiones diplomáticas que el organismo emitiera una declaración de condena a su país– dejó el gobierno para que pueda competir como candidata.
Al dejar su función diplomática, Rodríguez justificó el cambio "por amor" a Venezuela.
Maduro había concluido este miércoles los cambios en el gabinete ministerial. También cambió al ministro de Trabajo y de la Presidencia de la República.
Al día siguiente, formalizó la candidatura de Rodríguez, además de la de su esposa, Cilia Flores, y el combativo exvicepresidente y expresidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Además de esos tres dirigentes, también se postularán a la Asamblea Constituyente la diputada y exministra de Defensa, Carmen Meléndez; el exvicepresidente Aristóbulo Istúriz; y el exministro y exgobernador, Adán Chávez, hermano del difunto expresidente.
Al promover sus candidaturas, Maduro pronosticó que todos harán "historia grande" en el país.
Mientras la oposición ratificó que no participará de la elección porque no confía en el sistema electoral vigente, para Maduro la apuesta es clara: en su opinión, la Constituyente garantizará la "estabilidad" política y económica.
Más poder
La Asamblea Nacional Constituyente es vista por analistas políticos y dirigentes de la oposición como una jugarreta de Maduro para ampliar sus poderes y perpetuarse en el poder."(La Constituyente) se diseñó como un traje a su medida", se lamentó Julio Borges, que preside el Parlamento de mayoría opositora, y uno de los más acérrimos enemigos del presidente.
A su vez, el politólogo Michael Penfold consideró que para el patido de gobierno, y sobre todo para Maduro, el nuevo organismo es la excusa perfecta para ampliar su poder y, además "un refugio" para resistir los embates y críticas hacia su gestión.
La Constituyente, que en los hechos encarnará un "suprapoder", estará integrada por 545 miembros, que de acuerdo a la oposición, serán electos merced a un sistema caracterizado por el fraude y que avalará el control del oficialismo. Pero la Asamblea también es rechazada por el Vaticano y la fiscal general, Luisa Ortega, una confesa chavista, a quien el gobierno tiene en la mira e intenta remover de su cargo a toda costa.
Ortega considera que esa herramienta promovida por Maduro constituye una marcha atrás para la democracia y la vigencia de los derechos humanos.
La fiscal, a la que chavismo ve como una "traidora", fue apoyada este jueves en una marcha opositora.
Cilia Flores
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Es la esposa del presidente Nicolás Maduro, quien la llama la "primera combatiente". Política y abogada, diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela por el Estado de Cojedes, fue Procuradora general y presidió el Parlamento.
Diosdado Cabello
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Con formación militar, es el temido número dos del chavismo. Influyente dirigente chavista. Fue diputado, gobernador del estado de Miranda, ministro, vicepresidente y además presidió el Parlamento.
Delcy Rodríguez
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Abogada de 48 años, fue la canciller beligerante de Maduro desde 2014. Chavista a ultranza, es una combativa defensora del gobierno, que no dudó en enfrentar duramente a la OEA, Estados Unidos y la comunidad internacional.
EEUU reclama acción internacional
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, pidió este jueves una acción internacional para abordar la crisis en Venezuela, luego que una propuesta de mediación apoyada por Washington no lograra el apoyo necesario para ser aprobada por la Organización de Estados Americanos (OEA)."La trágica situación en Venezuela llama a la acción" internacional, señaló Haley en un comunicado un día después del fracaso de la propuesta estadounidense en la reunión de los 34 estados integrantes de la OEA en México.
"Los venezolanos están muriendo de hambre mientras su gobierno pisotea la democracia", agregó la diplomática. "La comunidad internacional debe actuar aun si el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos están impedidos de hacerlo".
Durante la reunión de tres días de la OEA, la propuesta de mediación regional apoyada por Estados Unidos no pudo superar la oposición de aliados regionales del presidente Nicolás Maduro y de naciones del Caribe que todavía se benefician al comprar petróleo venezolano a bajo precio.
Haley no proporcionó detalles sobre las acciones futuras que proyecta implementar su país, pero en mayo Estados Unidos había pedido una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela, la primera vez que el órgano superior de ese organismo abordó la crisis. Venezuela registra desde abril una ola de protestas callejeras opositoras, que este jueves sumó su víctima 75 con la muerte de un joven de 22 años.
