Mala noticia: la inseguridad sigue ¿y el renunciá Bonomi?

Hoy mismo, hoy, desde que salió el sol y hasta que vuelva a salir, unos 43 uruguayos habrán sido rapiñados, o sea asaltados con violencia, y 273 habrán sufrido hurtos, ¡sí 273, 11 por hora, uno cada cinco o seis minutos!

¡Ojo!, estoy hablando de los malos, de lo que hacen los que nos meten miedo. No menciono los padres, las madres, los hijos, las hijas, las abuelas, los abuelos, los concubinos, las concubinas, los maridos, las esposas, en suma, todos los que previamente no están en la lista de los malos pero que pegan, insultan, queman con fierros al rojo, violan, manosean, matan, aterran psicológicamente a padres, madres, abuelas, abuelos, concubinos, concubinas, maridos, esposas, hijos, hijas. Tampoco hablo de los conocidos, o sea los vecinos, las vecinas, los hijos del vecino y de la vecina, las hijas del vecino y de la vecina, los socios, los amigos, los conocidos que por "una situación de momento" dejan un charco de sangre como aterrador testigo de que uno, si va a temer, tiene que temer en ángulo de 360 grados.

Solo hurtos: 273 hoy. Y 273 mañana. Y rapiñas, hoy 43, y mañana 43, y así.

¿Qué cuernos está pasando que ya no se oye el renunciá Bonomi? ¿Qué pasa con los ciudadanos en la calle y el clamor de tribunales populares? ¿Dónde están los que, sabiendo que este es el tema que más importa a la gente, hacen conocer sus fórmulas novedosas para terminar con los delitos?

Claro, la campaña ya fue pero no se trataba de juntar votos con algo tan delicado. ¿O sí? ¿Qué dicen los asesores?

Hoy mismo, hoy, desde que salió el sol y hasta que vuelva a salir, unos 43 uruguayos habrán sido rapiñados, o sea asaltados con violencia, y 273 habrán sufrido hurtos, ¡sí 273, 11 por hora, uno cada cinco o seis minutos! Hoy mismo, hoy, desde que salió el sol y hasta que vuelva a salir, unos 43 uruguayos habrán sido rapiñados, o sea asaltados con violencia, y 273 habrán sufrido hurtos, ¡sí 273, 11 por hora, uno cada cinco o seis minutos!

Hasta los medios de comunicación parecen menos dramáticos. Y eso que casi nada cambió. O sea, capaz que hay 25 rapiñas menos o 50 hurtos más, pero en el fondo nada cambió.

¿Por qué entonces caemos de repente en esos estados de crisis colectivas con interpelaciones, pedidos de renuncia y gente dolida llorando y pidiendo justicia frente a cámaras?

¿Será que estamos agazapados esperando la próxima Pasiva? ¿El próximo Correo? Y puede pasar. Eso y cosas peores. El delito fue, es y será.

Hoy, a uno de cada 75 mil uruguayos le tocará pasar por una rapiña. ¿Qué pueden hacer para evitarla? Muy difícil de responder. Es casi una lotería. En todo caso, un consejo para tener a mano: si le están apuntando con un revólver, déle todo, más vale eso que la opción B. También se puede tomar una medida radical para que el infortunio no caiga en su casillero, como quedarse en casa y no salir. Claro, recuerde que en casa, entre las cuatro paredes presuntamente tan seguras del hogar, puede estar acechando el lobo.