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Mantienen el bloqueo al decreto migratorio y Trump irá a la Corte

Magistrados aducen que medida causó "daño irreparable"; presidente dará batalla judicial
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10 de febrero de 2017 a las 05:00
Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos mantuvo ayer el bloqueo sobre el decreto del presidente Donald Trump que prohibía la entrada al país de refugiados y emigrantes de siete países de mayoría musulmana.

El colegiado de tres jueces federales instalado en San Francisco ratificó de esa forma y por unanimidad la decisión del juez de Seattle, James Robart, tomada el viernes 3, que implicó la suspensión temporal para aplicar la orden ejecutiva, mientras en su corte federal se analiza su constitucionalidad.

"Mantenemos que el gobierno no mostró probabilidad de éxito en los méritos de su apelación, ni mostró que el fracaso del recurso pueda causar un daño irreparable; por lo tanto se niega la moción de emergencia", estableció la sentencia.

El polémico decreto migratorio de Trump, que había entrado en vigencia el viernes 27 de enero, una semana después de asumir, establecía la prohibición del ingreso por 90 días de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, y de refugiados por 120 días (para los sirios la medida era por tiempo indefinido).

La medida fue duramente criticada dentro y fuera del país por grupos en favor de los inmigrantes, al mismo tiempo que activó protestas en los aeropuertos, en los que personas eran detenidas y deportadas en medio del caos.

Daños "irreparables"


Como el decreto de momento no tiene vigencia, cualquier ciudadano de esos países que estaba impedido de ingresar a territorio estadounidense podrá hacerlo siempre que tenga unavisa válida.

"El gobierno no ofreció ninguna prueba de que un extranjero de alguno de los países mencionados en la orden haya perpetrado un ataque terrorista en Estados Unidos", subrayó la sentencia.

"Cuando la orden ejecutiva entró en vigencia, los estados sostuvieron que las prohibiciones de viaje perjudicaron a los empleados universitarios y estudiantes de las universidades regionales, separaron familias y dejaron a los residentes de estos estados en el extranjero. Estas son lesiones importantes e incluso daños irreparables", añadió el texto.

Trump a la Corte

Pero el gobierno insistió en que el decreto estaba dentro de las tribuciones del presidente, con el argumento de que es un criterio de seguridad nacional que solo compete al mandatario.

"El público tiene un gran interés por la seguridad nacional y la capacidad de un presidente electo para establecer políticas. Pero por otro lado, el público también tiene el derecho a la libre circulación, en impedir la separación familiar y en la libertad a cualquier discriminación", señaló mientras tanto el fallo del tribunal.

En línea con la actitud desafiante de los últimos días, Trump prometió que acudirá a la justicia tras el mantenimiento de la suspensión de su decreto sobre inmigración por una corte de apelaciones federal de San Francisco.

"Nos vemos en la Corte (Suprema). La seguridad de nuestra nación está en juego", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter –en un mensaje en letra mayúscula– una vez conocido el anuncio del tribunal.

Una "lección"

Por su parte, el senador demócrata y excandidato presidencial, Bernie Sanders, dijo esperar que "la decisión unánime" de la corte contra el decreto "restablezca parte del daño" que causó a "la reputación" del país en el mundo.

"También puede enseñar al presidente una lección en la historia americana y cómo nuestra democracia se supone que debe trabajar aquí en casa", añadió.

A su vez, el senador republicano James Lankford estimó en CNN que una alternativa puede ser "derogar la orden ejecutiva, ver exactamente lo que la corte ve inconstitucional, arreglarlo y presentar una nueva orden".

Pero las repercusiones del fallo no terminaron ahí. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles catalogó la decisión de la corte como "correcta". Su director, Omar Jadwat, dijo que la organización seguirá "luchando" para que esa orden "antiamericana" sea "desmantelada permanentemente".

Asumió nuevo fiscal general

En un ambiente tenso y enrarecido por las constantes críticas del presidente Donald Trump al sistema judicial, el senador Jeff Sessions juró ayer como nuevo secretario estadounidense de Justicia y fiscal general.

Sessions, un ultraconservador de 70 años cuya confirmación en la cámara alta del Congreso provocó acalorados debates, dijo que las prioridades de su gestión serán la respuesta a la criminalidad y las amenazas de ataques, así como poner fin a la "ilegalidad" entre los inmigrantes.

"Precisamos un sistema legal de migración, uno que sirva a los intereses de los estadounidenses. Eso no es equivocado, no es inmoral ni indecente", señaló.

En su opinión, ese problema "amenaza" la seguridad pública. El nuevo responsable del sistema judicial estadounidense dijo que EEUU "vive un problema de criminalidad", y añadió que se trata de una "tendencia peligrosa y permanente".

Al iniciar la ceremonia de juramento de Sessions en el salón oval de la Casa Blanca, Trump dijo que la investidura del nuevo secretario de Justicia representaba una "nueva era" para el país.

"Debe ser vista (la asunción de Sessions) como un claro mensaje a los miembros de pandillas y vendedores de drogas que aterrorizan gente inocente: sus días se terminaron. Una nueva era de justicia comienza, y comienza ahora mismo", señaló el mandatario.

Sessions fue uno de los primeros aliados de Trump al inicio de la campaña electoral y defendió aplicar "mano dura" contra unos 11 millones de inmigrantes irregulares residentes en EEUU. Pero además también defendió en el Senado su oposición al aborto y al matrimonio homosexual.

El senador asumió en un momento en que la relación entre el poder Ejecutivo y la Justicia es muy tirante luego que la justicia suspendió la aplicación del decreto presidencial que bloqueaba la llegada de inmigrantes de siete países musulmanes.

Silencian a senadora

Los republicanos no permitieron a la senadora demócrata Elizabeth Warren concretar su alocución en el debate sobre la nominación de Jeff Sessions como fiscal general.

Warren intentó leer una carta de Coretta Scott King, hija de Martin Luther King, escrita en 1986. Sin embargo, el líder republicano Mitch McConnell la silenció.

La carta, crítica con Sessions, estaba destinada a impedir su nominación como juez federal basándose en su trayectoria en cuestiones como los asuntos raciales. Los republicanos invocaron un antiguo artículo para silenciar a la demócrata.


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