Guillermo Douglas, representante de Montevideo Rowing Club, fue el primer uruguayo que ganó una medalla para el remo celeste y el primer latinoamericano -en tiempos en los que dominaban los australianos, estadounidenses y europeos- que subió al podio en single scull, una prueba que se desarrolló sobre 2.000 metros, como en la actualidad.
El joven sanducero consiguió la presea de bronce el 12 de agosto de 1932. Cuando el remero ya se había instalado en la sede de los Juegos, previo a su debut El Diario publicó: "Douglas dijo que se sintió molesto al llegar a Los Ángeles debido a los fuertes calores, pero recuperó la forma con los días".
De escasa repercusión en los medios de la época, porque fue el único celeste que asistió a Los Ángeles, Douglas corrió en la serie dos el día 9:
1º Leslief Southwood (Inglaterra) 7'42"3/5
2º Douglas (Uruguay) 7'45"
3º el Joseph Wright (Canadá) 8'30"3/5
Tras la primera intervención del uruguayo, El Diario expresó: "Douglas perdió por poca diferencia en una carrera que entusiasmó a la concurrencia por la forma encarnizada en que se desarrolló".
En el repechaje del día 11 los resultados fueron:
1º Miller (EEUU) 8'5"4/5
2º Douglas (Uruguay) 8'20"2/5
3º Wright (Canadá) 8'37"4/5
La prensa explicó que Douglas reservó fuerzas para la final del día siguiente. Con esa actuación, se transformó en el primer latinoamericano en llegar a una final de single scull en la historia de los Juegos Olímpicos.
Los resutados de la final:
1º Pearce (Australia) 7'44"2/5
2º Miller (Estados Unidos) 7'45"1/5
3º Douglas (Uruguay) 8'13"3/5
4º Southwood (Inglaterra) 8'33"
El Diario del 13 de agosto expresó que en la lucha por el oro "empezó la carrera con 38 remadas por minuto, siempre fue tercero y en los últimos 200 metros remató con 50 remadas por segundo".
"Nuestro compatriota tiene pasta de campeón y solo le falta madurar para resistir la comparación con los más grandes valores del mundo en su especialidad", escribió el vespertino tras la medalla.
Douglas no asistió a los Juegos Olímpicos de 1936.
Como reconocimiento por su tercer puesto, Montevideo Rowing Club, su institución, le obsequio un pergamino firmado por los socios y una medalla de oro con el cuño oficial del club.
Toda la información sobre los Juegos Olímpicos está en el Especial Londres 2012 de El Observador.
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