El
Banco Mundial (BM) aprobó ayer un nuevo marco de colaboración con Uruguay hasta 2020 y se encuentra afinando números con el gobierno para determinar el monto total que destinará a préstamos de inversión y líneas de contingencia con el país.
Si bien las negociaciones todavía están abiertas, según supo El Observador, el organismo estima que los nuevos préstamos de inversión durante el quinquenio rondarán los US$ 400 millones. Se trata de asistencias para proyectos puntuales, subordinados a objetivos y con desembolsos progresivos a base de resultados.
Por otra parte, el
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) también negocia con el organismo la continuidad de las líneas de contingencia que el país tiene vigentes por US$ 750 millones.
Se trata de préstamos preaprobados a los cuales el gobierno puede echar mano en caso de emergencia, pero que no generan costos –pago de intereses– previos a su ejecución.
Este acuerdo en discusión se da en el contexto del Marco de Alianza (CPF, por su sigla en inglés) hacia 2020, que el Directorio Ejecutivo del BM respaldó ayer y determina las líneas de trabajo con el país en el mediano plazo.
Según un comunicado emitido por el organismo, la estrategia se centra en tres pilares. El primero, "aumento de la resiliencia ante vulnerabilidad económicas y financieras". El segundo, "políticas sociales enfocadas hacia los niños y jóvenes más vulnerables y, en tercer lugar, "integración a las cadenas globales de valor".
Entre las iniciativas acordadas para alcanzar esos objetivos, se encuentra la contribución a que las redes logísticas y de transporte sean más eficientes "mediante la reducción de costos operacionales" y la promoción del financiamiento a través del régimen de participación público privada.
Además el organismo impulsará el desarrollo de la primera infancia con el objetivo de reducir el número de madres de entre 18 y 29 años que no estudian, trabajan ni buscan trabajo pertenecientes a los dos quintiles de ingresos más bajos. Como también el aumento del número de adolescentes de entre 15 y 17 años dentro del sistema educativo.
"Luego de 10 años de crecimiento y de avances sociales que son modelo en el mundo, Uruguay parece haber alcanzado un punto en el que apuesta a revitalizar su modelo de desarrollo con aumento de la productividad", sostiene Jesko Hentschel, director del BM para Argentina, Paraguay y Uruguay en el comunicado del organismo.