Nacional > SIRPA

Menores dicen que policías les pegaron ante la mirada del juez

Adolescentes infractores declararon además que un funcionario los incitó a que se fugaran del centro
Tiempo de lectura: -'
25 de septiembre de 2015 a las 05:00
"Bienvenidos al infierno", les advertían policías de la Guardia Republicana a los adolescentes infractores cuando entraban al ómnibus que los trasladó de un centro de detención a otro en la madrugada del 23 de agosto. Dentro del ómnibus, según los internos, los agentes cantaban "un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña" y luego los apaleaban. Se turnaban para pegarles. Esto declararon en agosto los menores que fueron trasladados y que, en los próximos días, volverán al juzgado para reconocer a los cinco policías acusados de agredirlos, informaron fuentes del caso a El Observador.

La historia comenzó el sábado 22 de agosto, cuando sobre la hora 18, después de almorzar, los adolescentes sintieron la ausencia de los funcionarios, quienes, en protesta por el procesamiento de 26 trabajadores, se declararon en huelga. En este punto, el relato de los adolescentes coincide con el de la presidenta del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), Gabriela Fulco. "Los incidentes en el Ciedd (Centro de Ingreso Estudio Diagnóstico y Derivación) se producen a partir del abandono de las tareas por parte de los funcionarios, tema que no es menor.
Los jóvenes vuelven a decir que gritaron durante horas 'funcionario, funcionario', que había algún joven que necesitaba asistencia médica y que nadie aparecía", contó Fulco a El Observador. Ante la falta de respuesta de los trabajadores, uno de los adolescentes rompió el candado de su celda y luego destrozó los demás para liberar a sus compañeros. "Ahí empiezan los problemas y se pide al juez el ingreso de la Guardia Republicana", dijo Fulco.

Algunos adolescentes declararon que respondieron a los escupitajos de los agentes tirándoles objetos y que recibieron, a cambio, golpes y palazos. Los que permanecieron en sus celdas también declararon que fueron agredidos por los policías dentro del Ciedd. La mayoría dijo que el juez presenció la agresión policial, que reclamaron su ayuda pero que no respondió. "Se hizo el sordo", declaró uno de los menores.

Un representante de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) que estaba presente en el centro declaró en el juzgado que vio cómo un policía le pegó a un adolescente, pero que lo hizo luego de recibir una agresión del menor.

Todos los menores coinciden en que los palos recibidos en el Ciedd antes del traslado no se comparan con la tortura que recibieron en el viaje infernal. Estaban esposados, con las manos atrás, y engrilletados, cuando los policías de la Guardia Republicana apagaron la luz y comenzaron a cantar y repartir golpes, siempre según estos testimonios.

El médico forense Willy López constató que 18 de los 19 adolescentes que fueron trasladados del Ciedd al centro de la calle Burgues presentaron lesiones.

Estos incidentes, que se produjeron horas después del procesamiento de los 26 trabajadores del Sirpa por tortura, suenan como un eco de aquel relato. Este eco se distancia de la golpiza anterior por un detalle relevante: no hay video que registre lo que sucedió dentro del ómnibus. La voz de los policías, que se declararon inocentes, se contrapone a la de los menores que los señalan.
En medio de esta contraposición de versiones, aparece el informe forense para torcer la balanza en favor de los adolescentes. Pero dos pericias que siguen pendientes resolverán la cuestión. Por un lado, los adolescentes reconocerán a los policías en el juzgado. Por otro, las cámaras de seguridad del Ciedd podrán reforzar o debilitar la versión.

Aunque los policías usaron pasamontañas para tapar su rostro y obligaron a los menores a no mirarlos a los ojos, muchos adolescentes declararon que pueden reconocer a los golpeadores. Si logran hacerlo, los policías deberán encontrar una mejor excusa. Uno de los agentes declaró que un menor se cayó y se golpeó.

El video
El juez Nelson dos Santos y la fiscal Sandra Boragno aún no han podido ver la grabación de las cámaras del centro Ciedd. Aunque muchos adolescentes aseguran que fueron agredidos en la sala multiuso luego de que los policías apagaran la luz, si las cámaras pudieron grabar los incidentes, los videos podrán aclarar qué fue lo que sucedió y deslindar de las acusaciones al juez y a otros funcionarios presentes, tanto del Sirpa como de la INDDHH. El video también pueden acorralarlos, si la versión de los adolescentes logra coincidir con las imágenes.

El juez declaró por escrito en calidad de testigo. Consultado por El Observador sobre el testimonio de los adolescentes que lo implican, el magistrado nombrado por los adolescentes prefirió no hacer declaraciones.

Identifican a un funcionario

Varios adolescentes declararon que la noche antes de dar su testimonio en el juzgado, un funcionario, al que identifican por su apodo, les propuso fugarse. Los menores explicaron que el trabajador les señaló el lugar donde podían hacer el boquete y a qué hora los funcionarios que estaban de turno iban a estar dormidos. Sin embargo, los menores advierten que reconocieron la trampa, que el trabajador buscaba limpiar su culpa por haberlos dejado solos, lo que generó el motín y la posterior represión. De todas maneras, este funcionario aún no ha sido citado a declarar.

Una semana después de los procesamientos de los funcionarios, cinco adolescentes se fugaron del hogar Colibrí. Hubo luego intentos de fuga frustrados y otros exitosos. Incluso, en uno de ellos los trabajadores filmaron cómo adolescentes hacían el boquete en la pared por donde escaparon en Burgues. El presidente del Sindicato Único del INAU (Suinau), José Lorenzo López, ha repetido que, en caso de incidentes, los funcionarios tienen orden de informar a sus superiores para evitar exponerse a un enfrentamiento con los adolescentes y a otro procesamiento por tortura.

Encadenados por horas

El viaje en el ómnibus terminó en la calle Burgues, donde los adolescentes fueron esposados entre sí por falta de candados en las celdas. Allí, según su declaración, también fueron agredidos por policías.
Los adolescentes permanecieron con esposas durante más de 16 horas. El Suinau denunció en el juzgado que eso también es tortura y responsabilizó a las autoridades del Sirpa por mantener a los menores en esas condiciones. De todas maneras, la presidenta del Sirpa, Fulco, no declaró en calidad de indagada sino de testigo.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...