MGAP acciona para que la agropecuaria deje de verse como de segundo orden

Es clave no ver a la actividad agropecuaria como de segundo orden, cuando en realidad es a la inversa y por lo tanto es entre toda la sociedad que debemos tratar de ponerla en ese lugar", destacó el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Enzo Benech, durante el lanzamiento del programa denominado Conciencia agropecuaria.

Señaló que en un país como Uruguay "cada vez queremos producir más y queremos vivir mejor y si eso no lo hacemos en conjunto con nuestra sociedad y no somos capaces de valorizar este trabajo todo se nos complica mucho".

Consideró, por lo tanto, que este emprendimiento del MGAP "es muy desafiante".

Benech explicó que en este marco se han mencionado temas vinculados a la información, capacitación, cantidad y calidad de la mano de obra requerida. Pero, además, "es necesario encarar otros aspectos con conciencia agropecuaria, si se tienen en cuenta por ejemplo los insucesos ocurridos en Salto con la mortandad de abejas ocurridas".

El funcionario comentó que esperan que con un trabajo de este tipo se pueda seguir avanzando y que el agro sea considerado como una actividad que tiene un gran potencial y que tiene condiciones para que su gente viva mejor.

En enero pasado se materializó el proyecto que contiene conceptos que destacan la importancia de comunicarse con otros públicos no agropecuarios, que representan el público más urbano del país, destacó a su vez la coordinadora del Proyecto Conciencia Agropecuaria del MGAP, Patricia Céspedes.

Resaltó el apoyo de especialistas de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) mediante un trabajo sobre el mercado laboral al futuro y qué opina ese público urbano sobre el sector rural, con el fin de ajustar una estrategia de comunicación.

En el marco de este esfuerzo se abordó el mercado laboral a mediano y largo plazo y su vínculo con el empleo y las restricciones futuras. Actualmente hay 150.000 puestos de trabajo vinculados al sector agropecuario, resaltó la funcionaria de Opypa, María Noel Ackermann.

Hasta 2011 el sector registró el máximo nivel de ocupación, en tanto que en los últimos años fue descendiendo la actividad a nivel general, con una composición distinta a nivel de subsectores. En ese marco los subsectores forestales y de servicios asociados al agro han sido dinámicos en captar mano de obra, mientras que la ganadería y la hortifruticultura son los que han mostrado menos dinámica y en consecuencia registraron descenso en su ocupación laboral.

A su vez, se identificaron entre otros desafíos el del recambio generacional y la educación, donde dos de cada tres personas en el medio rural tienen como logro educativo el haber cursado el ciclo de primaria completo, por lo cual existe el desafío de estimular a que sigan mejorando sus estudios.

Ackermann destacó también las trayectorias tecnológicas que tendrá el sector agropecuario y sus vinculaciones al medio, siendo coincidentes los estudios que la fuerza laboral actual no cuenta con las calificaciones adecuadas que serán requeridas en el futuro.

Ángela Cortelezzi, de Opypa, resaltó el avance de automatización de los procesos y una mayor incorporación tecnológica en la matriz productiva de Argentina y Uruguay, según lo establece un informe del Banco Mundial. Todo esto quiere decir que se van a necesitar habilidades de mayor versatilidad y flexibilidad en los trabajadores en el manejo de la tecnología, por ejemplo.

Se hizo un mapeo sobre cuál es la oferta de capacitación que existe a nivel del país, que pueda estar relacionada y al servicio de preparación del capital humano vinculado al sector y que se pueda demandar en el futuro.

Precisamente, para conocer la realidad actual, se hizo un mapeo sobre los últimos 10 años, lo que determinó que la matriculación en cursos más relacionados con la tecnología se había duplicado, mientras que en el caso de las carreras de educación media se había mantenido estable o con leve tendencia descendente. Esto está demostrando que el sistema educativo está reaccionando a los cambios del mercado laboral, sostuvo Cortelezzi.

A nivel de la Universidad de la República (Udelar), UTU y universidades privadas, se verificó que hay alrededor de 98 carreras en todo el país, incluyendo como novedades capacitaciones en biotecnología, logística y transporte.

Alejandra Sarquis, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Uruguay, sostuvo que este tema que plantea el MGAP es de relevancia para todos. Citó, por ejemplo, los conceptos de transformación social y de identidad nacional, por lo que consideró importante que los organismos internacionales convocados por el MGAP puedan estar ayudando en esta inquietud.

La representante del IICA resaltó especialmente que se valore el tema de los jóvenes y el papel de la mujer, más allá de todo lo que hay que hacer en materia de conciencia agropecuaria. Sarquis destacó precisamente que las exportaciones del sector agropecuario de Uruguay de los últimos cuatro años promedian un 74% en el total de exportaciones de este país, incluyendo productos agrarios y agroindustriales. Por ello es siempre importante la conciencia agropecuaria, pero mucho más aún en un país que depende en tres cuartas partes del sector rural.