Miley Cyrus: de chiste popular a activista

El arranque de los MTV Video Music Awards (VMA) de 2013 resulta hasta hoy inverosímil. Un oso de peluche gigante se abre en su estómago para revelar a Miley Cyrus, con su lengua colgando de su boca. Miley empieza a hacer twerking (baile erótico). Está también Robin Thicke. Está Miley haciendo twerking sobre Robin Thicke. Un dedo de espuma también está involucrado. Nadie va a recordar el resto del show, pero nadie olvidará esa apertura.

Ya pasaron dos años del incidente que ha engendrado centenas de memes y culminado con el frenesí por la otrora actriz de Disney. Cyrus. La fascinación pública engendrada cuando siendo púber protagonizó la serie Hannah Montana, fue de repente elevada al nivel de celebridad ubicua que entretiene y horroriza al mismo tiempo.

Sin embargo, desde ese show en 2013, Cyrus logró lo inimaginable: mantener a las personas hablando de ella, pero no solo sobre aquella performance. De hecho, ha hecho un verdadero esfuerzo por trascender a la etiqueta de "estrella pop rara" al abocar por temas sociales serios. "Todas estas cosas que hago atraen un montón de atención", le dijo a Out Magazine. "Pero, ¿qué pasa una vez que tengo la atención de todos?"

Resulta que Cyrus tenía pensado mucho más que su infame twerking. Y todo ha hecho que vuelva al comienzo: hoy conducirá los VMA.

Estas son las seis cosas que hicieron que Cyrus se transformara de una hazmerreír de la cultura popular a una ineludible estrella pop y defensora de los derechos sociales.

"Sé lo que estoy haciendo. Sé que te estoy shockeando", dijo a la revista Rolling Stone. Sostuvo lo mismo a MTV News cuando afirmaron que su show había sido desde "hiper sexualizado" hasta "el nadir de la civilización estadounidense". Ella y Thicke quisieron hacer historia, explicó la cantante, y la audiencia estaba sobreanalizando el hecho.

Cyrus también respondió a las críticas que alegaban que su presentación intentó apropiarse de la cultura negra, desde su twerking a sus bailarines. "Es un doble estándar. No me di cuenta, pero la gente es aún racista. Es un poco demente", dijo. "Si hubiese salido (en los VMA) con solo bailarines blancos y hubiese hecho el cha-cha-cha, con el mismo atuendo y todo, no hubiese sido tan malo. Pero por cómo salí al escenario la gente se molestó", agregó.

Confiada de ya tener la atención de todos, Cyrus usó su tiempo para deshacerse del bagaje de Hannah Montana. Sus fanáticos y devotos (o al menos sus 21 millones de seguidores en Twitter y 27 millones en Instagram) amaron la evolución. Cambió su estilo de ropa y su peinado, sacando la lengua en cada foto y fumó un porro en los MTV European Music Awards.

Durante uno de sus conciertos de su gira de 2014, el crítico de pop de The Washington Post, Chris Richards, describió la escena: "Cyrus se subió a un pancho de fibra de vidrio y simuló el acto sexual con un tipo disfrazado de Abraham Lincoln. Era como un episodio sexualizado de Teletubbies".

No más canciones pop impolutas como G.N.O. (Girls Night Out). Cyrus se deshizo de su agente y manager y colaboró con Pharrell Williams para su disco Bangerz teñido de hip hop, que incluyó We Can't Stop y Wrecking Ball. Luego vino su famoso video, donde se sentó desnuda en una bola de demolición, por supuesto.

Siguió siendo criticada por apropiación cultural y Pharrell la defendió. "Hay que acordarse qué es ser una persona de 20 años, aún en crecimiento. Su padre es Billy Ray Cyrus (famoso cantante de country), su madrina es Dolly Parton y fue criada en una era donde el hip hop reina", dijo en un documental para MTV. "Así que cuando la gente va y pregunta por qué está haciendo twerking, es porque es una consecuencia de Estados Unidos", continuó Pharrell.

Previo a los VMA, Cyrus escribió un ensayo para la revista Glamour sobre la razón de su tatuaje realizado en apoyo al matrimonio homosexual. "Cuando compartí la foto del tatuaje en mi cuenta de Twitter y dije: 'El amor es igualitario', muchísima gente se burló de mi. Me decían: '¿Qué te pasó? ¡Solías ser una chica cristiana!'", escribió. "Lo que respondí fue que, si fueras un cristiano de verdad, sabrías que el cristianismo se basa en el amor". Luego de los VMA, Cyrus continuó apoyando el matrimonio igualitario.

En un perfil de Cyrus realizado este año, la revista Paper escribió que "ella afirma que ha comenzado a definir su propia sexualidad, incluso su identificación de género, como fluida". Cyrus habló por primera vez sobre cómo ella ha tenido relaciones serias con mujeres, pero los medios solo se centran en aspectos como su compromiso con el actor Liam Hemsworth.

Cyrus ganó el preciado Video del año en los VMA de 2014 por Wrecking Ball. Pero, en lugar de subirse al escenario, mandó a un chico llamado Jesse en su lugar, que representaba a los 1,6 millones de jóvenes sin hogar de Estados Unidos.

"La industria de la música ganará alrededor de U$S 7 mil millones este año, y por fuera de todo eso hay unas 54 mil personas que no tienen hogar", dijo, mientras las cámaras mostraban a Cyrus en la audiencia con lágrimas corriéndole por el rostro.

El suicidio de la adolescente transgénero Leelah Alcorn en diciembre de 2014 fue una de las razones para que Cyrus creara la Fundación Happy Hippie, una organización sin fines de lucro que pelea por las "injusticias que enfrentan la juventud sin hogar, los jóvenes LGBTQ y otras poblaciones vulnerables".

Para promover esta iniciativa, en la primavera boreal Cyrus subió videos a YouTube cantando con celebridades desde Ariana Grande a Joan Jett.

Cyrus dijo a la agencia AP que el dinero recaudado creará grupos de apoyo para ayudar a adolescentes y también será destinado a My Friend's Place, que está al servicio de chicos sin hogar en Los Ángeles.