A lo largo del año 2012, la banda uruguaya No Te Va Gustar (NTVG) vivió varias emociones, extremas e intensas.
Todo comenzó en verano de ese año, cuando iniciaron las sesiones del que todavía es su último disco, El calor del pleno invierno. En medio de la grabación, la banda liderada por Emiliano Brancciari realizó una gira que la llevó a México y Estados Unidos. Una gira que terminó siendo fatídica, porque en un accidente de tránsito en una moto falleció el tecladista, Marcel Curuchet.
El grupo suspendió sus shows y recién volvió a tocar en vivo en Montevideo, un par de meses después, durante el mismo tiempo en que se editaba el disco.
En ese período desde el verano de 2012 al verano de 2013, el cineasta argentino Gabriel Nicoli estuvo con su cámara registrando escenas íntimas y públicas de todos los integrantes de NTVG, desde el proceso más inicial de grabación hasta la presentación de nuevo ante el público luego de la tragedia de Curuchet.
El resultado es un documental de poco más de una hora, llamado El verano siguiente, que llegará a las pantallas comerciales durante la primera semana de marzo.
Estructurado en las cinco estaciones que pasaron entre cada uno de estos veranos, la película tiene el mérito de acercarse a la intimidad de la banda dentro del estudio y dentro de los hogares de sus integrantes, con la participación de familiares de ellos.
Pero de forma paradójica, su principal mérito termina siendo su punto más débil. Porque lo que se ve en la intimidad de la banda son puros chistes internos, bromas intrascendentes y discusiones técnicas entrecortadas.
Por supuesto que el destino trágico de Curuchet ocupa su lugar en la cronología del tiempo interno del documental. Incluso se ven escenas filmadas de forma casera desde la moto Harley Davidson que manejaba en el momento del accidente.
La banda debe sobrellevar el hecho terrible de continuar sin uno de sus miembros y de volver a tocar con un sustituto (Francisco Nasser).
Pero más allá de algunas mínimas reflexiones sobre la muerte por parte de Brancciari, la edición de la película, veloz e inconexa, no permite una hilación entre lo que se dice y lo que se ve, aunque tampoco transita de manera explícita en el territorio del video clip. Tampoco hay una canción entera grabada. Sí se escucha una canción de Fernando Cabrera en los créditos iniciales y finales.
Por lo tanto, El verano siguiente es un filme altamente recomendable para fanáticos, amigos y familiares de la banda, que encontrarán allí situaciones conocidas.
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