Nueva agrupación colorada brega por Estado minúsculo

El Partido Colorado contará entre sus filas con la Agrupación Libertad, que comenzó a hacer los trámites ante la Corte Electoral para ser aceptada como un movimiento nacional.

El novel sector tomó notoriedad el sábado 12, en la Convención del Partido Colorado, cuando reclamó que el diputado Fernando Amado –que en la Rendición de Cuentas votó el polémico artículo 15 con el Frente Amplio, lo que permitió su aprobación– fuera enviado al comité de ética. El planteo fue realizado por el convencional Francisco Bandera.

El faro insignia del grupo es la libertad"y a partir de ese concepto despliega sus ideas. Promueve un Estado lo más pequeño posible encargado de la seguridad, la defensa y la justicia, pero ni la salud ni la educación deben estar en esa órbita. "La educación pública no debe ser estatal; para nosotros la educación del Estado es atentatoria de la libertad. La educación debe ser privada y el Estado debe garantizar el acceso", afirmó a El Observador el dirigente Carlos Santo, uno de los referentes de la Agrupación Libertad.

"No somos una organización vertical", acotó, y dijo que llegan al Partido Colorado a aportar y a juntar a todos los que "creen en la libertad". La bandera del grupo, de color rojo, tiene el clásico sol amarillo que identifica a los colorados y se le agregó una serpiente cascabel, utilizada por la marina de EEUU durante la guerra independentista de 1775. La serpiente, según Santo, simboliza el principio de no agresión. "Pero daremos una lucha a muerte cuando somos atacados", advirtió.

"Fue el caso del diputado Amado que nos atacó; atacó a la República, a la carta orgánica del partido, atacó al código de ética y por ello debería ser expulsado", afirmó. Santo comentó que las bancas no son de los legisladores sino de las agrupaciones y dijo que por ahora no están preocupados por las candidaturas.

De acuerdo con su declaración de principios publicada en su página de facebook, anunció que surge "de la necesidad de lograr un cambio real en el rumbo del país". "Propondremos el progresivo desmantelamiento de estructuras jurídicas, políticas y mentales que promueven un gobierno entrometido en ámbitos que no le corresponden, fiscalista y no finalista; cuyos hijos dilectos son la asfixiante carga impositiva, la destrucción progresiva de la actividad empresarial y la crisis educativa y cultural, de la que todos hemos vivido consecuencias", afirma en el documento.