Nueve votos de ventaja para Xavier pero definirán los votos observados

Las elecciones del nuevo secretario general del Partido Socialista convocaron hoy a 1.658 de los 2.157 afiliados al Partido Socialista, que tenían como candidatos al exministro de Desarrollo Social y Salud Pública, Daniel Olesker, representante de la corriente ortodoxa del partido, y la senadora Mónica Xavier, de la línea renovadora.

Los votos observados fueron un porcentaje alto, que en algunos departamentos alcanzó el 10% de las personas habilitadas a votar, como es el caso de Canelones, donde de 387 hubo casi 40 observados. El total de todo el país se trató de 212 votos fuera de circuito, según informaron fuentes del partido a El Observador.

"La elección del BPS nos complicó toda la logística que teníamos armada", aseguró a El Observador Myrian Cartagena, de la Comisión Electoral.

Por esa razón, tuvieron que habilitar urnas el viernes porque había personas habilitadas a votar que integraban mesas del BPS. En tanto, también hubo "movilidad natural", de mucha gente que se tuvo que trasladar al interior del país para votar en las elecciones del BPS en otro departamento y votó fuera del circuito para las del Partido Socialista. Todos esos votos se contabilizaron como "fuera de circuito" y deben ser trasladados a la sede del Partido para realizar el escrutinio final que defina el resultado.

Para la elección de ayer dispusieron 35 circuitos en todo el país, en los que se podía votar entre las 10 y las 14 horas. Sin embargo debieron extender una hora más el período de votación.

Los comicios fueron realizados en un clima de divisiones internas en el PS, lo que determinó que los renovadores –encabezados por Mónica Xavier– presentaran tres listas.

Los ortodoxos mantienen una postura crítica con respecto al gobierno del exsocialista Tabaré Vázquez y le reclaman un giro a la izquierda en las decisiones. "Queremos una Casa del Pueblo llena de pueblo". Así cerró su campaña el candidato a la Secretaría General del PS por la lista 4, Daniel Olesker. El candidato se refería a dejar atrás "el partido de las cúpulas, el de que tres, cuatro y cinco gobiernan por todos".

Por otro lado, los renovadores –más cercanos al gobierno y moderados– participaron con tres listas en estos comicios. La lista 1, encabezada por Santiago Soto, procura una coexistencia pacífica con los ortodoxos. Desde las listas 2 y 3 hay un claro reclamo para que la dirección partidaria se ponga firme ante lo que consideran "excesos" por parte de los ortodoxos.