Los militares sirios preparaban este jueves la evacuación de unos 4.000 rebeldes y sus familiares de
Alepo, una operación que sellará la victoria del régimen en la segunda ciudad del país, reconquistada en su totalidad tras una letal ofensiva de treinta días.
Tras varias horas de negociaciones, que culminaron en la madrugada del jueves, un alto responsable militar sirio anunció la firma de un nuevo acuerdo de evacuación.
La salida de los rebeldes simbolizará el máximo éxito del gobierno del presidente Bashar al Asad y sus aliados ruso e iraní desde el inicio de la guerra civil en 2011.
Unos 200 heridos y sus familiares serán los primeros en salir de la ciudad, indicó una fuente cercana al régimen al corriente de las negociaciones. Luego lo harán los rebeldes y sus familiares, y "250 militantes" antigubernamentales no armados, agregó.
El acuerdo prevé también la evacuación de heridos y enfermos de Fua y Kefraya, dos ciudades chiitas sitiadas por los rebeldes en la provincia de Idlib, hacia zonas controladas por el régimen.
El acuerdo concierne unas 4.000 personas, informó por su parte la televisión siria. Una iniciativa similar, negociada bajo la supervisión de
Rusia, aliado del régimen sirio, y
Turquía, que apoya a los rebeldes, había fracasado al inicio de la semana, abriendo paso a una nueva jornada de combates.
"Se ha alcanzado un acuerdo para que los rebeldes se vayan, los preparativos se llevan a cabo ahora", indicó la fuente militar siria, que no dio detalle sobre la suerte de los civiles.
Rusia, que aporta una ayuda determinante al gobierno sirio, confirmó la operación, que será supervisada por sus militares por "orden del presidente Vladimir Putin".