Se trata de un virus que transmiten mosquitos de los géneros Aedes y Haemogogus y que provoca temperaturas altas, escalofríos, cansancio, dolor de cabeza y muscular, y suele estar acompañada de náuseas y vómitos. A medida que la enfermedad progresa el paciente puede agregar sangrados mucosos y/o viscerales.
El virus se transmite de forma similar a como lo hace el dengue. Un mosquito pica a una persona o mono enfermo con fiebre amarilla y este lo transmite a otro sano. El Aedes aegypti está presente en Uruguay desde hace 20 años, mientras que los mosquito de los géneros Haemogogus solo actúa en zonas tropicales, por lo que no es posible encontrarlo en Uruguay.
Los casos agudos de la enfermedad son raros y derivan en una insuficiencia renal y hepática, ictericia -ojos y piel amarillenta, lo que da nombre a la enfermedad- y hemorragias, según detalla la cartera de salud de Minas Gerais, Brasil, donde recientemente se produjo un brote que afectó a unas 140 personas y causó la muerte de unas 30.
Una pequeña proporción de pacientes infectados presentan síntomas graves y aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un plazo de 7 a 10 días.
El virus tiene un período de incubación de tres a seis días y en muchos casos es asintomático. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en 3 o 4 días.
A raíz de un brote en Minas de Gerais (sudeste de Brasil) en el que se registraron unos 140 casos de fiebre amarilla, y fallecieron unos 30, el MSP recomendó que quienes viajen a este estado o a zonas selváticas de Brasil se vacunen –con 10 días de anticipación al viaje- para prevenir la enfermedad.
El director general de Salud, Jorge Quian, dijo que por ahora el brote está muy localizado en Minas Gerais, lejos de "toda zona turística" de Brasil, como Santa Catarina, Rio Grande do Sul, Río de Janeiro; además la zona costera de todo el país norteño "es considerada segura".
El MSP publicó un mapa elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que se muestra la zona de influencia del virus, hasta bordear el contorno de Uruguay. Sin embargo, Quian reconoció que esta imagen es "confusa", ya que si bien Rio Grande do Sur –estado limítrofe con Uruguay- aparece pintado, no ha registrado casos.
Quian dijo que, a raíz de la campaña de vacunación contra la enfermedad llevada adelante por el Estado brasileño en la zona del brote, lo más probable es que sea contenido.
Según el MSP los efectos adversos son "muy leves" y pueden presentarse entre el quinto y doceavo día posterior a la vacunación. Además las reacciones adversas son poco frecuentes (menos de 1/10.000 vacunados).
Entre los efectos adversos más frecuentes se encuentran el enrojecimiento, endurecimiento, dolor, hematoma (en la zona donde se aplica la vacuna), fatiga, fiebre, cefalea, y dolores musculares. Son menos frecuentes los dolores de articulaciones, artritis, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y erupciones de la piel.
Son reacciones adversas muy raras la ocurrencia de falla multiorgánica, meningoencefalitis, cefalea grave, neuritis, eczema, urticaria, edema, linfadenopatía asociada al sitio de inyección y disfunción hepática, agrega el sitio del Ministerio de Salud Pública.
La vacuna no se recomienda en personas con alergia específica a las proteínas del huevo, la lactosa u otros componentes de la vacuna, inmunodepresión por cualquier causa –incluso por la ingesta de corticoides-, niños menores de seis meses o personas con alguna enfermedad febril grave en curso.
También se pide atención y aval médico para recibir la vacuna individuos de 60 años, embarazadas, mujeres en lactancia natural.
El virus es endémico en las zonas tropicales de África, América Central y América del Sur, afectando a 47 países (34 de África y 13 de América). Según información del MSP, en América del Sur en los últimos años, el 95% de los casos se concentraron en cuatro países: Perú, Brasil, Bolivia y Colombia.
Anualmente se registran 200 mil casos de fiebre amarilla, que causan unas 30 mil muertes a nivel mundial, 90% de ellas en África.
Según el MSP la cifra está creciendo y esto se debe a que la deforestación expulsa a los monos infectados y al mosquito hacia el medio urbano, donde la población expuesta tiene escasa o nula inmunidad por falta de vacunación.
Actualmente Uruguay está libre de circulación del virus de fiebre amarilla, aunque no siempre fue así. En 1857 se produjo un brote como consecuencia de la entrada de un barco proveniente de Brasil que provocó más de mil muertes.
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