Los investigadores de la
ONU sobre
Siria acusaron a las autoridades con sede en Damasco de "exterminio" de detenidos y afirmaron que la "muerte masiva" de prisioneros es el resultado de una política de Estado.
"Prisioneros (...) fueron golpeados a muerte o murieron por sus heridas o actos de tortura", sostienen los expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en su último informe, en el que asimilan la política de "exterminio" de prisioneros a un "crimen contra la humanidad".
"Es evidente que las autoridades gubernamentales que controlan y administran a los prisioneros y centros de detención estaban al tanto de que morían personas en forma masiva", sostienen. Decenas de miles de personas, incluyendo mujeres y niños, están detenidos en prisiones gubernamentales sirias, añaden.
Estas "muertes masivas de detenidos" son la consecuencia de las terribles condiciones de vida en estos centros y el resultado de "una política de Estado cuyo objetivo es atacar a la población civil", apuntan los investigadores.
Los expertos denunciaron también a los rebeldes, en cuyas cárceles hubo malos tratos y ejecuciones de soldados capturados. Acusaron de modo especial a los terroristas de Al Nusra y Estado Islámico por "crímenes de guerra".