El Alto Comisionado de Naciones Unidas (ONU) para los
Derechos Humanos defendió ayer el derecho a llevar burkini y afirmó que las ordenanzas contra esa prenda de baño islámica adoptadas en
Francia favorecen la "estigmatización" de los musulmanes. La oficina de la ONU, presidida por el jordano Zeid Raad al Husein, pidió además anular "inmediatamente" las restricciones en un comunicado dirigido a "todas las autoridades locales que hayan adoptado las prohibiciónes".
"Los códigos de vestuario, como los decretos antiburkini, afectan de manera desproporcionada a las mujeres y a las chicas y socavan su autonomía al negar su aptitud para tomar decisiones independientes sobre su manera de vestir", consideró el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
"La igualdad de
género no se consigue limitando las libertades individuales o reglamentando la vestimenta que las mujeres decidan llevar", agregó el comunicado.
Una treintena de localidades del litoral francés, principalmente en la Costa Azul, al sur de ese país, prohibieron el burkini, un traje de baño integral islámico.
Las autoridades de esas localidades argumentaron que algunos de sus ciudadanos veían en el burkini una provocación después del atentado yihadista que dejó 86 muertos el 14 de julio en Niza.
Además del reclamo de la ONU, la medida también genera controversia en Francia. La más alta instancia administrativa francesa, el Consejo de Estado, suspendió el viernes 26 una de estas ordenanzas municipales y advirtió a los alcaldes que todas las prohibiciones del burkini tienen que apoyarse en "riesgos probados" para el orden público.
A pesar de esta decisión, varios alcaldes decidieron seguir imponiendo multas a las mujeres que luzcan burkini hasta que sus ordenanzas no sean anuladas formalmente.
Polarización
"Estos decretos no mejoran la situación de la seguridad; al contrario, tienden a alimentar la intolerancia religiosa y la estigmatización de personas de confesión musulmana en Francia, en particular de las mujeres", advirtió la oficina del Alto Comisionado.
La oficina de la ONU calificó las prohibiciones de "altamente discriminatorias". "Favoreciendo la polarización entre comunidades sólo han conseguido agravar las tensiones y podrían, en realidad, minar los esfuerzos destinados a combatir y prevenir el extremismo violento, esfuerzos que dependen
de la cooperación y del respeto mutuo entre comunidades", agregó el texto.
"Además, y de esto se informó ampliamente, la forma en la que se pusieron en marcha los decretos antiburkini en algunas estaciones balnearias fue humillante y degradante", denunció.
La agencia de la ONU advirtió que, según los estándares internacionales de los derechos humanos, los límites a la libertad de cualquier persona para manifestar su religión o sus convicciones, incluyendo la elección de los atuendos de vestuario, "solo están autorizados en circunstancias muy limitadas, incluida la protección de la seguridad pública, el orden público, la salud pública o la moral".