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ONU se preocupa por racismo y Trump agita nueva controversia
En filas republicanas critican duramente al presidente por rumbo que toma su gestión
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17 de agosto de 2017 a las 05:00
Mientras las Naciones Unidas consideran que las expresiones de racismo y xenofobia han ido aumentando peligrosamente en Estados Unidos, su presidente, Donald Trump, continuaba envuelto este miércoles en un nuevo escándalo luego de sus ambiguas afirmaciones respecto a los hechos de violencia ocurridos el sábado en Charlottesville.
La preocupación de un grupo de expertos de la ONU quedó en evidencia a través de un comunicado, en el que reflejaron la "proliferación y prominencia" de aquellos grupos que promueven expresiones de odio y racismo.
Desde Ginebra, los expertos del organismo reclamaron la condena de los hechos acontecidos en esa ciudad del estado de Virginia "sin medias tintas". Además, reclamaron una investigación exhaustiva y sanciones para sus responsables.
En el caso concreto de Charlottesville, el grupo de expertos de la ONU aseguró que los manifestantes de extrema derecha dirigieron distintos eslóganes contra personas de raza negra e inmigrantes y de neto corte antisemita.
Para la ONU, existe una "extensión geográfica" del problema, por cuanto se registraron episodios recientes en California, Oregón, Nueva Orleans y Kentucky.
El organismo multilateral conminó a la administración republicana a tomar "medidas efectivas" de forma "urgente" como forma de conrolar aquellas manifestaciones que "incitan a la violencia racial".
Asimismo, los expertos de la ONU en estos asuntos aseguraron que es preciso entender cómo este tipo de expresiones afectan "la cohesión social".
Mientras tanto, los dichos del presidente Trump sobre los hechos de violencia en esa localidad de Virginia no solo provocaron un malestar generalizado en filas del Partido Republicano, sino que además volvieron a poner en entredicho su gestión de gobierno.
Para algunos analistas, luego de adjudicar a "ambas partes" la responsabilidad por la violencia desatada el sábado en ese lugar donde fue muerta una activista anti racism, el presidente cruzó una frontera demasiado riesgosa.
Si bien un líder del Ku Klux Klan ponderó su "coraje", las expresiones de Trump dejaron una vez más atónitos a los congresistas de su propio partido.
La impresión de los congresistas republicanos se mantuvo pese a que el mandatario moderaría luego su discurso al condenar la "violencia racista".
A diferencia de otras veces, no hubo presencia de legisladores republicanos en programas de televisión para reivindicar al presidente, sino todo lo contrario: en esta ocasión solo se escucharon voces críticas.
Por ejemplo, en la cadena ABC, la directora del comité nacional republicano, Ronna Romney McDaniel, adjudicó "claramente" los errores de procedimiento en Charlottesville al KKK y los supremacistas blancos.
Pero las críticas a Trump no se agotaron. A su turno, el gobernador de Ohio, John Kasich –su rival en las últimas elecciones primarias republicanas– dijo que es "necesario" reparar los daños que causaron sus dichos. Pero además advirtió el peligro de que la presidencia se encamine a un "terreno que no es aceptable para el país".
Esa posición fue reflejada por el relator de las Naciones Unidas contra las formas contemporáneas de racismo, Mutuma Ruteere, y los presidentes del grupo de trabajo sobre pueblos africanos, Sabelo Gumedze; y del comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, Anastasia Crickley.
A través de un comunicado, ambos políticos republicanos indicaron que mientras han renivo rezando por Charlottesville, "recordamos las verdades fundamentales evocadas por el ciudadano más prominente de esta ciudad (Thomas Jefferson, NDLR): 'todos hemos sido creados iguales y dotados por el Creador de derechos inalienables".
"Sabemos que estas verdades son eternas porque hemos visto la decencia y la grandeza de nuestro país", concluyen.
En tanto, Barack Obama (2009-2017), primer presidente negro de Estados Unidos y precedesor de Donald Trump, reaccionó el domingo pasado al drama de Charlottesville en un tuit citando al gran emblema de la resistencia al apartheid, Nelson Mandela.
Este tuit se convirtió este miércoles en en el más popular de la historia, con 3,4 millones de "likes".
"Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel o su origen o su religión", escribió Obama mientras citaba al extinto líder sudafricano.
Los otros dos presidentes estadounidensesque aún viven, los demócratas Jimmy Carter (1977-1981) y Bill Clinton (1993-2001), todavía no reaccionaron a los últimos acontecimientos que conmovieron a buena parte del país.
Las expresiones de Donald Trump sobre el episodio del sábado pasado merecieron un editorial del diario The New York Times, quien consideró que no es "nada sorprendente".
Para el periódico, el "núcleo del problema" en la Casa Blanca no radica en la integración del equipo presidencial, sino en el "hombre que está a su frente".
La preocupación de un grupo de expertos de la ONU quedó en evidencia a través de un comunicado, en el que reflejaron la "proliferación y prominencia" de aquellos grupos que promueven expresiones de odio y racismo.
Desde Ginebra, los expertos del organismo reclamaron la condena de los hechos acontecidos en esa ciudad del estado de Virginia "sin medias tintas". Además, reclamaron una investigación exhaustiva y sanciones para sus responsables.
En el caso concreto de Charlottesville, el grupo de expertos de la ONU aseguró que los manifestantes de extrema derecha dirigieron distintos eslóganes contra personas de raza negra e inmigrantes y de neto corte antisemita.
Para la ONU, existe una "extensión geográfica" del problema, por cuanto se registraron episodios recientes en California, Oregón, Nueva Orleans y Kentucky.
El organismo multilateral conminó a la administración republicana a tomar "medidas efectivas" de forma "urgente" como forma de conrolar aquellas manifestaciones que "incitan a la violencia racial".
Asimismo, los expertos de la ONU en estos asuntos aseguraron que es preciso entender cómo este tipo de expresiones afectan "la cohesión social".
Mientras tanto, los dichos del presidente Trump sobre los hechos de violencia en esa localidad de Virginia no solo provocaron un malestar generalizado en filas del Partido Republicano, sino que además volvieron a poner en entredicho su gestión de gobierno.
Para algunos analistas, luego de adjudicar a "ambas partes" la responsabilidad por la violencia desatada el sábado en ese lugar donde fue muerta una activista anti racism, el presidente cruzó una frontera demasiado riesgosa.
Si bien un líder del Ku Klux Klan ponderó su "coraje", las expresiones de Trump dejaron una vez más atónitos a los congresistas de su propio partido.
La impresión de los congresistas republicanos se mantuvo pese a que el mandatario moderaría luego su discurso al condenar la "violencia racista".
A diferencia de otras veces, no hubo presencia de legisladores republicanos en programas de televisión para reivindicar al presidente, sino todo lo contrario: en esta ocasión solo se escucharon voces críticas.
Por ejemplo, en la cadena ABC, la directora del comité nacional republicano, Ronna Romney McDaniel, adjudicó "claramente" los errores de procedimiento en Charlottesville al KKK y los supremacistas blancos.
Pero las críticas a Trump no se agotaron. A su turno, el gobernador de Ohio, John Kasich –su rival en las últimas elecciones primarias republicanas– dijo que es "necesario" reparar los daños que causaron sus dichos. Pero además advirtió el peligro de que la presidencia se encamine a un "terreno que no es aceptable para el país".
Señalan aumento de la afrofobia
En la ONU también existe preocupación por el aumento de la afrofobia en Estados Unidos.Esa posición fue reflejada por el relator de las Naciones Unidas contra las formas contemporáneas de racismo, Mutuma Ruteere, y los presidentes del grupo de trabajo sobre pueblos africanos, Sabelo Gumedze; y del comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, Anastasia Crickley.
Conductor neonazi
Un seguidor neonazi mató el sábado a una mujer e hirió a varias personas en Charlottesville, Virginia, al conducir su vehículo hacia manifestantes que protestaban contra supremacistas blancos.Bush padre e hijo rechazan el "odio"
Los dos expresidentes de Estados Unidos, George H.W Bush (1989-1993) y su hijo George W. Bush (2001-2009), llamaron este miércoles a su país a "rechazar el racismo, el antisemitismo y el odio bajo todas sus formas", luego de los actos de violencia ocurridos en Charlottesville.A través de un comunicado, ambos políticos republicanos indicaron que mientras han renivo rezando por Charlottesville, "recordamos las verdades fundamentales evocadas por el ciudadano más prominente de esta ciudad (Thomas Jefferson, NDLR): 'todos hemos sido creados iguales y dotados por el Creador de derechos inalienables".
"Sabemos que estas verdades son eternas porque hemos visto la decencia y la grandeza de nuestro país", concluyen.
En tanto, Barack Obama (2009-2017), primer presidente negro de Estados Unidos y precedesor de Donald Trump, reaccionó el domingo pasado al drama de Charlottesville en un tuit citando al gran emblema de la resistencia al apartheid, Nelson Mandela.
Este tuit se convirtió este miércoles en en el más popular de la historia, con 3,4 millones de "likes".
"Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel o su origen o su religión", escribió Obama mientras citaba al extinto líder sudafricano.
Los otros dos presidentes estadounidensesque aún viven, los demócratas Jimmy Carter (1977-1981) y Bill Clinton (1993-2001), todavía no reaccionaron a los últimos acontecimientos que conmovieron a buena parte del país.
Las expresiones de Donald Trump sobre el episodio del sábado pasado merecieron un editorial del diario The New York Times, quien consideró que no es "nada sorprendente".
Para el periódico, el "núcleo del problema" en la Casa Blanca no radica en la integración del equipo presidencial, sino en el "hombre que está a su frente".
