La oposición venezolana comenzará hoy a validar las firmas para activar un referéndum revocatorio contra el presidente
Nicolás Maduro, bajo la amenaza de una demanda de fraude que podría echar a pique su plan.
El proceso abre otra semana más de tensión en la ya larga crisis política en Venezuela, agravada en los últimos días por una ola de protestas y saqueos ante la escasez de alimentos, que deja cinco muertos y centenares de heridos.
Los adversarios de Maduro, reunidos en la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD), temen que el Consejo Nacional Electoral (CNE) actúe en favor del gobierno y trabe la ratificación de los 1,3 millones de firmas admitidas.
Quienes respaldaron con su rúbrica la convocatoria de un referendo contra Maduro deberán ir ahora a una de las 300 máquinas de registro de huellas instaladas por el CNE, para validar su apoyo hasta el viernes, según el plazo fijado por las autoridades.
La oposición calcula que lograra por lo menos legalizar unas 600 mil firmas, casi la mitad de las certificadas, pero suficientes para seguir con el proceso que desencadenaría la prueba de fuego contra Maduro. Una vez supere esta primera etapa, la oposición deberá recaudar cuatro millones de firmas para que se convoque la consulta popular.
La MUD busca que el revocatorio se lleve a cabo antes del 11 de enero de 2017, porque si logra imponerse en las urnas habrá elecciones anticipadas. Pero si se hace después de esa fecha, y siempre que Maduro pierda, el mandatario designará al encargado de concluir su mandato hasta 2019.
El ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, el expresidente de Panamá Martín Torrijos, y el de República Dominicana Leonel Fernández intervendrán mañana en una sesión extraordinaria de la
OEA.
Los tres exmandatarios promueven junto a la Unasur una iniciativa de diálogo entre el gobierno de Venezuela y sus opositores como una medida que ayude a solucionar los problemas del país caribeño.