El fundador de Ottokar, Juan Pablo Pignataro

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Ottokar, una guía móvil para elegir los mejores sitios para salir

La aplicación gratuita para smartphones permite visualizar a través de un mapa interactivo y en tiempo real en qué lugares de la cuidad hay una concentración de personas que estén de ocio y tiempo libre.
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18 de diciembre de 2014 a las 13:20

Es viernes y son las 22 horas en Lima. El fin de semana ya es una realidad. Los cerca de 8.473.000 habitantes que pueblan la capital peruana comienzan a organizar sus planes: dónde comer, qué tomar; salir a bailar o ver un espectáculo.

Entre tanta algarabía, un uruguayo se siente como sapo de otro poso acostumbrado a conocer a Montevideo, sus calles y vericuetos, como la palma de su mano. Así surgió Ottokar, la aplicación gratuita e inteligente que arrojará en tiempo real los lugares en dónde se conglomera un considerado número de personas en la ciudad.

Un año atrás, Ignacio Mailhos (33) decidió irse a Perú para exportar Screenmedia, su empresa especializada en monitores instalados en ascensores de torres ejecutivas.

Tras una noche frustrada en Lima, le comenta a su amigo Juan Pablo Pignataro (33) que debería existir una aplicación inteligente que le diga al usuario a dónde salir.

Los días pasaron, los contactos por Skype se hicieron más frecuentes y vieron que aquel resorte que impulsó la idea seguía tan tenso como desde el principio.

Ambos amigos vieron que era bueno y llamaron a Juan Martín Hughes (33), compañero de Pignataro de toda la vida del Colegio Seminario.

En algún momento los tres defendieron los colores de Mariscal Nasazzi en la Liga Universitaria. A Hughes le encantó el proyecto y dijo: “los ayudo, pero esta vez como lateral”. Un trabajo en un banco de EEUU y algún emprendimiento en su haber lo obliga acorrer pegado a la tiza.

La app Ottokar, a través de un mapa interactivo, permite visualizar en tiempo real en dónde hay una concentración de personas. A ese cúmulo de individuos, los tres amigos los denominaron “puntos hot”, y por sus características, esos lugares son atractivos para frecuentar, bailar o ir de copas. De esta manera el portador de la aplicación mira el mapa y toma una decisión antes de salir de su casa.Pero para tomar una decisión se necesita información, y eso es lo que Ottokar viene a saciar.

Al momento de la descargarla se le realizan tres preguntas al usuario: cuál es su sexo; cuántos años tiene y si está o no en una relación. Así se puede elegir entre ir a tal o cual boliche de acuerdo al porcentaje de solteros que haya o conforme a la franja etaria de los parroquianos, por ejemplo. Conscientes de cómo es el público uruguayo, optaron porque el usuario de Ottokar se resguarde bajo el anonimato. No es que tenga un guiño pirata, aseguran, sino que cada vez la tendencia a no revelar la identidad es mayor y la gente está cansada de los visto y los tics turquesas.

Ottokar es una aplicación inteligente que irá aprendiendo del comportamiento de cada lugar. Cuanto más tiempo pase, más precisa serán la información. No todos los lugares funcionan de la misma manera en los días de semana y en las estaciones del año.
“Tendremos datos valiosos para las marcas: un perfil marcado de la gente que frecuenta los diferentes puntos de la ciudad. Aquí comenzaría la etapa de monetización”, sostiene Pignataro.

La app es desarrollada por IngeniousSoftworks. Gabriel Camargo, el CEO de la incubadora uruguaya, dijo verle valor al producto y se interesó. La experiencia de haber trabajado anteriormente con Hughes les brindó condiciones más que favorables.
“En nuestras cabezas está cómo comercializar y pautar; que le llegue a la gente y que no fracase en el intento. No somos ingenieros en un garaje frente a una pantalla. Lo tercerizamos para que nos dé flexibilidad en lo que creemos que somos buenos”, dijo Pignataro.


Desafíos y miedos
Desde el jueves 11 de diciembre Ottokar está disponible para iOS y Andriod. El desafío en la primera etapa está en conseguir muchas descargas en poco tiempo para que el mapa interactivo cobre vida.

Para la consecución de este objetivo realizaron una inversión que ronda los US$ 10.000 en pauta publicitaria vía Facebook y acciones creativas en algunos boliches. Una vez alcanzado el número de descargas pretendido, con el público identificado (pero anónimo) y de dar cuenta las fluctuaciones de personas que se dan en la ciudad, el modelo de negocio salta a la vista.

“Validado nuestro MVP (minimum viable product) iremos olfateando y daremos el segundo paso, que es ir tras las marcas que esponsorizan la noche; ellos serán nuestro principal cliente”, asegura Hughes.

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