Agricultores argentinos y la empresa semillerista Monsanto, partes convocadas a una audiencia de conciliación por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), siguen sin resolver un fuerte diferendo que tienen por el cobro de la tecnología Intacta en soja –resistente a insectos– que desarrolló esa empresa.
La Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Federación Agraria Argentina (FAA) vienen de presentar ante dicho organismo denuncias contra la empresa por supuesto "abuso de posición dominante", informó La Nación.
En Uruguay existe un sistema similar para el pago de esa tecnología, "pero funciona normalmente", comentó ayer a El Observador una fuente del Instituto Nacional de Semillas (Inase).
Las gremiales argentinas objetan que Monsanto haya impulsado una cláusula en los contratos de compraventa de granos, por la cual los productores aceptan un análisis de la soja para determinar si contiene Intacta y si pagaron o no el canon correspondiente.
Si no la pagaron en la compra de la semilla y se detectó en el puerto, Monsanto le envía una factura al productor, a quien se le descuentan US$ 15 por tonelada.
Para los ruralistas, el sistema va contra los usos y costumbres del comercio de granos. Monsanto afirma que su modelo es opcional pues el productor puede seguir utilizando la tecnología anterior (sólo resistente a glifosato), exenta de este control para el pago.
En el encuentro también estuvieron Guillermo Bernaudo (jefe de gabinete del Ministerio de Agroindustria) y el presidente de Monsanto, Juan Farinati, junto a otros ejecutivos.
"Propusimos que se retiren las dos cláusulas (por la de Monsanto y Bolsatech, otro sistema de control que funciona en la Bolsa de Cereales) y que se dé al Ministerio de Agroindustria la potestad de fiscalizar esta cosecha mientras se da una solución de fondo. Eso sería para negociar. Una empresa privada no se puede arrogar el rol del Estado de controlar", dijo el presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere.
"No hubo acuerdo; se precisa una solución, la cosecha está adelante", citó Jorge Solmi, responsable de la Comisión de Semillas de FAA. Una fuente de Monsanto consideró positivo que la CNDC llame al diálogo y la posibilidad de explicar cómo funciona el negocio, su legalidad y alcance siempre con la premisa de que "es opcional usar nuestra tecnología patentada".