"Una cosa son los autores individuales de los hechos, que se está procurando identificarlos y sancionarlos como corresponde; y otra cosa que para mí es mucho más importante son los autores intelectuales de todo esto y a ellos hay que atacar", agregó.
Según dijo Díaz a la prensa, en la tarde del domingo "se cometieron un conjunto importantes de delitos" que se están investigando en procura de que "recaiga sobre los responsables la mayor sanción posible".
En ese sentido, Díaz dijo que hay "algunos elementos" que permiten afirmar que los incidentes fueron organizados, por lo que se trabajará en pos de identificar a los responsables.
"Hemos definido como fiscalía que con este tipo de cosas hay que tener tolerancia cero y actuar con la máxima rigurosidad posible, pensando en el caso a caso. Identificar qué hace cada uno de los actores pero sobre todo pensando en los autores intelectuales de este tipo de eventos que no son casualidad, sino que evidentemente bastaba ver las imágenes para ver que hay una organización a la que hay que atacar", expresó.
Mil policías no fueron suficientes
El presidente de la Suprema Corte de
Justicia,
Ricardo Pérez Manrique se refirió esta mañana a los conflictos que ocurrieron ayer dentro y fuera del Estadio Centenario, cuando el partido de fútbol entre Nacional y Peñarol debió suspenderse por falta de garantías en la seguridad.
"Estamos preocupados porque esto denota una situación de violencia extrema en determinados niveles. Habíamos manifestado antes de estos acontecimientos nuestra preocupación por destinar unos mil policías para prevenir estos accidentes, que se vio que efectivamente no han resultado suficientes", dijo.
"Creo que ya no es un tema de sanciones, sino de ponerse a pensar qué sentido tiene esto, los espectáculos deportivos que demandan a todo el estado y la sociedad un esfuerzo que es injustificado", agregó.
Por otro lado, habló sobre las cámaras de reconocimiento facial que se pretenden instalar en los estadios. "Indudablemente van a ser un factor importante con posibilidad de identificar rostros", pero cuestionó su eficacia para controlar la violencia en el deporte porque los problemas se producen también fuera, por ejemplo cuando se sube a un ómnibus para llegar al estadio.
"He tenido la desgracia de estar en ómnibus cuando sube una hinchada, que hay mujeres con niños o personas ancianas que tienen que soportar cosas irrepetibles. Hay que ver hasta qué punto las
cámaras que son útiles en el estadio nos van a impedir otras cosas", aseguró Pérez Manrique.